EFEMÉRIDES

Tal día como hoy, pero de 1709, se celebraba la primera misa en las Ermitas

Hasta los años 50 del siglo XX hubo ermitaños en el lugar

En 1703 se construyó la primera de las 13 ermitas que componen este lugar que está a unos 15 kilómetros de Córdoba. Tal día como hoy, pero de 1709, se celebraba en la capilla de Nuestra Señora de Belén la primera misa en el lugar. Poco a poco, se irían levantando el resto, actualmente regentadas por los carmelitas descalzos. El lema del lugar, y así lo señala en la puerta, es "Bendita soledad". En el vestíbulo también se puede ver la siguiente inscripción: Detén el paso y advierte / que este lugar te convida / a que mueras en la vida / para vivir en la muerte. Desde entonces hubo ermitaños hasta 1957, de cuando data el último. Las ermitas llegaron a estar en muy mal estado, pero la Asociación de Amigos de las Ermitas, desde la década de los 80, ha ido restaurándolas, de hecho 10 están ya reformadas.

Como curiosidad, debido a las excelentes vistas, el obispo Pedro Antonio de Trevilla mandó construir una silla para observar la ciudad. Esa silla se conoce como silla del Obispo. El lugar cuenta con el llamado balcón del mundo y el Sagrado Corazón de Jesús. Gracias al periodista Pedro de Madrazo, y como recoge Cordobapedia, podemos conocer cómo era la vida de los ermitaños:

Vivían en las ermitas en la época de nuestra visita, bajo la protección del señor obispo de Córdoba, diez y siete ermitaños profesos y un solo novicio. Observan riguroso silencio é incomunicación completa entre sí la mayor parte del día. Reúnense solamente en la capilla, en la lectura que sigue á la misa y en el refectorio. cada cual tiene su celdilla ó mas bien su ermita separada, y hace su almuerzo y cena en su cocina; para la comida hay refectorio en la casa principal. Emplean en el trabajo manual y corporal cinco horas diarias. A las horas de oración, cada cual debe, tocar su campana en oyendo sonar la de la capilla, é incurre en grave falta el que no lo hace. "Visten hábito y escapulario con capilla de paño pardo. Hay casa de novicios separada de las celdas de los profesos, que como hemos dicho están aisladas y diseminadas en toda la extensión del santo yermo. El noviciado dura seis meses. En una de las peñas mas avanzadas de la montaña han labrado los ermitaños para e] obispo un cómodo sillón desde el cual se goza una de las perspectivas mas bellas que. pueden imaginarse.

Los ermitaños no se limitaban a una vida de recogimiento, sino que se entregaban a obras de caridad, sobre todo el reparto de alimentos para los más necesitados, que se acercaban al lugar a mediodía.

Salvo muy raras excepciones, la comida consistía en el clásico potaje de habas de su propia cosecha, convenientemente condimentadas y que era repartido en unos librillos de barro, en cada uno de los cuales depositaban la ración para cuatro comensales. Queremos reseñar como dato curioso, que todos los días de la semana habían de ir los pobres provistos de su ración de pan, a excepción de los sábados que también les era suministrado por los Ermitaños.

Tanto la capilla como el terreno tienen el nombre de Belén, de hecho se conoce como desierto de Belén. En 1782  explicaba el porqué Bartolomé Sánchez de Feria:  

No le fué vana su esperanza como lo acredita el caso siguiente: hallavase nuestro Venerable Francisco en el empeño de acabar las Celdas que tenia trazadas en el Desierto Iglesia y Coro y con el motivo de buscar algunos auxilios se dirigió á Sevilla en compañía del Hermano Ignacio de San Francisco Una persona á quien llegó á pedir limosna movido del Cielo le preguntó quanto seria necesario para concluir la obra que tenia comenzada Respondiole que para esto faltaba hasta unos doscientos pesos Respondió esta persona vayan vuestras mercedes seguros que á mi cargo queda darles esa cantidad: gasten lo que tienen junto mientras á mi me llegan ciertos caudales, que espero, con que satisfare esa cantidad y dentro de quatró meses venga el Hermano Ignacio, y volverá socorrido. En efecto asi se executó, y recogió el dicho Hermano los docientos pesos, y trajo tambien la vidriera que hoy tiene nuestra Señora de Belén, hermosa y devotisima Imagen, que havia colocado nuestro Venerable en la Iglesia á quien dedicó aquella Capilla que es la Titular de la Congregacion, honor, gloria, y ornamento de élla: unica esperanza de mi Alma, y por quien el Cerro, que antes se llamó de la Carcel se denomina hoy el Cerro de Belen.
 

En el vídeo adjunto se puede ver cómo eran las ermitas en 1944. Procede de la Filmoteca Española.