SALUD

El San Juan de Dios se suma a la campaña del ‘Euromelanoma 2019’

Se trata de fomentar la prevención del cáncer de piel

Mesa informativa cáncer de piel San Juan de Dios
photo_camera Mesa informativa sobre cáncer de piel en el hospital San Juan de Dios

El Servicio de Dermatología del hospital San Juan de Dios de Córdoba se ha sumado un año más a la campaña de prevención y detección precoz del cáncer de piel ‘Euromelanoma 2019’, promovida desde la Academia Española de Dermatología y Venerealogía y la Fundación Piel Sana. Para ello, el centro ha instalado una mesa informativa en la que se han ofrecido consejos y muestras de productos de fotoprotección.

Además de esta iniciativa, la dermatóloga Victoria Amorrich, especialista en lesiones pigmentadas y melanoma, ha atendido en su consulta, de manera gratuita, a aquellos cordobeses que habían solicitado su cita en la agenda del Euromelanoma para revisar sus lunares y detectar lesiones precursoras o sospechosas de cáncer de piel.

La doctora Amorrich advierte de que para prevenir esta enfermedad, cuya incidencia ha aumentado muy rápidamente en los últimos años, es aconsejable realizar autoexploraciones mensuales de aquellos lunares o manchas que presenten cambios de tamaño, color y forma y mantener buenos hábitos de protección solar.

“La forma más eficaz de luchar contra este tumor es evitar la sobreexposición solar, no exponerse a él entre las doce y las cinco, ni siquiera con protección, y tomarlo siempre con un filtro solar adecuado al tipo de piel, que proteja frente a radiación ultravioleta A y B. Hay que aplicarlo 30 minutos antes y replicarlo cada 2 o 3 horas, tras el baño o sudoración. También es recomendable utilizar sombreros, ropa adecuada y gafas de sol”, apunta Amorrich, para quien es fundamental extremar estas normas con los más pequeños.

Respecto a los factores que influyen en la aparición de este tipo de cáncer, la especialista destaca que existen grupos con mayor riesgo de padecerlo como son familiares de pacientes con melanoma; personas con antecedentes de quemaduras solares en la infancia o aquellos expuestos habitualmente a radiación crónica o rayos UVA. Asimismo, personas con más de cincuenta lunares o los que presentan el síndrome del nevus displásico (lunares atípicos).