Distrito Noroeste

"Si no resuelven nuestro problema con los mosquitos es porque somos de Las Moreras"

La vecindad plantea como única solución contra la plaga de insectos hematófagos que asola el barrio desde hace años que AVRA libere el subsuelo de aguas fecales donde los insectos procrean a sus anchas incluso después de las fumigaciones
Interior de uno de los semisótanos con aguas estancadas 1
photo_camera Interior de uno de los semisótanos con aguas fecales estancadas bajo una de las casas

No se les va a poner el apellido de 'tigre' sólo para llamar la atención. Además, eso es algo que tendrán que decidir los expertos. Pero el caso es que en prácticamente la totalidad de Las Moreras, especialmente en los patios y en la zona de los pisos blancos, hay cientos, miles de mosquitos que pican tanto de día como de noche, dejan unas dolorosas ronchas en la piel y son ya del todo inmunes a los insecticidas, por lo que la única manera de acabar con ellos es literalmente aplastándolos a manotazos.

Son ya años con este auténtico problema, como destaca María Ángeles Sánchez, miembro activo de la junta directiva de la asociación vecinal La Palabra y madre de tres niñas, a una de las cuales los insectos hematófagos la tienen literalmente masacrada, causándole fiebre y obligándola a tomar continuamente corticoides y urbasón vía inyección.

El efecto de una picadura en el ojo de una niña

No es la única que esta así. Buena parte de los bebés que viven allí tienen ronchas en brazos y sobre todo piernas, mientras que los adultos que pasean por la cale muestran las extremidades con restos de ataques recientes, porque son diarios. "Te comen vivo", señala de forma muy gráfica Carmen Ruiz, vecina de la anterior.

Mosquito de Las Moreras

¿La causa? Los vecinos y vecinas lo tienen claro. Son las ya 'eternas' aguas fecales que cubren sótanos, semisótanos y cocheras, tal y como pudo comprobar en el lugar este periódico, y que no se quedan ahí, porque hay, igualmente, rastros de humedad en pleno mes de julio desde los terceros pisos hasta los entresuelos.

También en los pasillos que hay entre bloques los ladrillos de las paredes están medio levantados por las humedeces, y todo eso provoca que prácticamente la totalidad de Las Moreras sea un gran lago de agua fecales, ahora algo reducido por el verano, "pero que en invierno te llega ese agua maloliente hasta los tobillos", destaca María Angeles Sánchez.

"No nos lo quieren solucionar, porque Sadeco fumiga de cuando en cuando, pero no resuelve la situación por culpa de esas aguas", indica, por su parte, Carmen Ruiz. "No entendemos lo que pasa a no ser que consideren que como somos de Las Moreras nos podemos pudrir aquí dentro porque a nadie de fuera le importamos nada", señala con enfado la portavoz vecinal, coreada con afirmaciones por numerosos vecinos que se acercan con curiosidad.

Los vecinos de Las Moreras señalan las humedades en los bloques

"Pues estamos en plena ciudad; no somos un barrio de las afueras y este problema está estancado en el corazón de la ciudad", señala uno de los allí concentrados para advertir que puede extenderse en cualquier momento al resto de la capital. Un barrio en el que viven unas 8.000 almas, muchos de ellos menores a los que el efecto de las picaduras deja series huellas.

Muy recientemente, esta misma semana, de hecho, un responsable de Control de Plagas de Sadeco acudió a la zona acompañado de un investigador de la Universidad de Córdoba (UCO), quien ya ha estado en alguna que otra ocasión anterior para realizar un estudio. "Lo hemos visto ya un par de años y en esta ocasión en sólo un minuto recogió sin esfuerzo y sin casi moverse más de una treintena de cadáveres de mosquitos", explica Sánchez.

María Ángeles Casas y Carmen Ruiz señalan una humedad entre dos bloques

Ésa es la razón por la que en sus informes siempre indica "densidad alta de mosquitos" y es quien ha llegado a decir a los vecinos que esa cantidad no es para nada normal y no la hay en ningún otro barrio de la ciudad. Además, ha advertido que los insectos éstos, sean del tipo que sean, se han inmunizado a los insecticidas habituales y a las fumigaciones.

María Ángeles Casas muestra una tubería cortada

Los vecinos lo tienen muy claro. Estos bloques llevan unos 30 años hechos y desde entonces apenas se han producido rehabilitaciones por parte de AVRA, la agencia de rehabilitación de la Junta, que es quien tiene la última palabra para atajar el problema de raíz. es decir, resolver las inundaciones con aguas fecales, donde los mosquitos encuentran un lugar excelente para procrearse. Y es verdad que si uno mira al llamado 'Pireo', donde por ejemplo están las calles Bidalona o Llerena, allí no hay mosquitos como en el resto de la barriada.

Aguas que son tan ponzoñosas que los vecinos han podido ver cómo algunos operarios de Sadeco, "que entran dentro con esos trajes que parecen para la radiación, salen de las zonas de las cocheras enfermos y descompuestos del olor".

Cadáveres de mosquitos en un armario

La advertencia está en el aire. Los vecinos no tienen otro tema de conversación y ya están pensando en hacer oír su voz en algún Pleno, al que bien podrían llevar un tarro lleno con su problema, que no es el único. Por el barrio campan a sus anchas ratas "como gatos", que pueden ser la causa de que en las calles "no se vea ya precisamente ningún gato". Los contenedores, además, están todos sin tapadera y no los reponen "porque nos echan en cara que los queman, cuando en otros barrios hay los mismos incendios o más". Algo realmente lamentable para un verano en Córdoba con el sol dando de lleno sobre las basuras...

Mosquito de Las Moreras 1

Una de las alcantarillas que han tenido que tapar los propios vecinos

Contenedores sin tapa en plena calle

Efecto de una picadura en un muslo de una niña