Desde muy pequeñito tuvo claro que lo suyo era la música, y es que siendo su padre el fundador de la peña flamenca de Córdoba el Rincón del Cante, a Manuel Ruiz, más conocido como Queco, la música tenía que correrle por las venas si o si. Con 18 años hizo sus primeros pinitos en la música grabando algunos discos e incluso creando su propio grupo. Esta versión de sí mismo iría poco poco dando paso a un Queco mucho más maduro, musicalmente hablando, en una etapa en la que trabajó como compositor y productor de grandes temas de Pastora Soler, El Barrio o Niña Pastori. Hasta que un día, el éxito quiso llamar a su puerta. Este éxito se llamaba "Aserejé" y, gracias a él, Las Ketchup, este grupo compuesto por tres jóvenes cordobesas hasta el momento desconocidas en el panorama musical, lograron vender 7 millones de copias, siendo número 1 de ventas en 20 países distintos. Después llegaría el "Tengo", el culpable de hacerle recorrer, ya no como compositor si no como cantante, la geografía española durante todo un año con más de 70 conciertos. Y tras tocar el cielo, Queco decidió poner los pies en la tierra nuevamente y dedicarse a esa faceta que nunca había abandonado y con la que a día de hoy sigue disfrutando: La composición y producción de nuevos talentos. Por ello, ha abierto Yo Canto una escuela con la que trata de buscar esas voces únicas e inimitables capaces de trasmitir esos sueños que hace unos años él mismo tenía.
¿Cómo surge la escuela Yo Canto?
Yo Canto surge desde hace aproximadamente siete años cuando Córdoba empezó el camino hacia la candidatura de la capitalidad cultural de 2016, así que ideamos crear una escuela para formación profesional entre iluminadores, sonido, técnicos, escenógrafos, porque se preveía que íbamos a tener una gran cantidad de eventos ese año y no era cuestión de gastar dinero fuera cuando podíamos preparar gente en Córdoba. Fue entonces cuando surgió esa idea de hacer esta escuela, que en octubre va a hacer dos años, y cuando ya dijeron que Córdoba no iba a ser capital cultural y que la capitalidad era para San Sebastián, yo simplifiqué aquello y nació Yo Canto como una escuela de formación artística, no exclusivamente para profesionales, sino para todo aquel que quiera divertirse, aprender, en fin, una serie de condicionantes que no solo es para el mundo profesional.
El éxito de la sede de Córdoba ha propiciado la creación de otra sede en Málaga ¿Cómo está funcionando?
Sí, está abierta desde enero, y bueno estamos creciendo a la misma vez que en Córdoba, poquito a poco, son escuelas que se sustentan con el número de alumnos y la verdad que cuesta ponerlas en marcha, pero de momento van bien
¿Cuántos alumnos tienen en Córdoba?
Aquí en Córdoba estamos en una media de unos 140 constantes durante todo el año, pero que fluctúa mucho, ya que tenemos mucho alumnado joven y los padres pues en cuanto que los niños no sacan buenas notas lo primero que les quitan son los deportes o aficiones como la música, cosa en la que yo no estoy muy de acuerdo.
¿Cómo está el nivel en Córdoba? ¿Apuntan maneras estos jóvenes?
Hay un nivel muy muy muy alto y también hay un nivel medio bajo. Por un lado tenemos el que canta bien y se apunta, lo que es señal de que quiere avanzar en el mundo artístico y es muy de alabar, porque cuando uno canta bien ya se cree que lo sabe todo y aquí se dan cuenta que hay mucho qué aprender. Por otro lado, es verdad que me sorprende mucho el nivel medio bajo, y es que hay un público que viene a divertirse, a cantar con los amigos, por disfrutar en los karaokes, y la verdad es que me divierte mucho esa parte también de público que desea aprender.
Hoy en día cuelgas un video en internet y te ven millones de personas
Entonces, hay muchos alumnos que lo de la carrera musical no va con ellos ¿no?
Por supuesto que no, ten en cuenta que hoy en día tener una carrera profesional es muy muy complicado, pero la formación es fundamental para acceder a casting, a musicales, a orquestas, y si no estás preparado, no tienes oportunidades. Hoy en día cuelgas un video en internet y te ven millones de personas, pues cuanto mejor preparado estés mucho mejor, porque después si es verdad que una vez que llegas no es sólo llegar sino mantenerte y ser constante.
¿Por qué se suelen decantar los alumnos cordobeses? ¿Les tira el flamenquito?
Lo que más hay es pop y soul, que son las grandes voces actuales, hay bastantes alumnos en ese corte dentro de la escuela, después inevitablemente vivimos en una tierra que tiene el flamenco como base, así que normal que haya muchos alumnos de este estilo también, pero los niños están más lejos del flamenco y tiran más por el pop a lo Malú o Vanesa Martín. Y también algo que me llama mucho la atención es que es sorprendente la gente que hay cantando en ingles, la mejora de la enseñanza se nota que cada vez hay más gente que canta en ingles
Tú de momento ¿no te animas a dar clase a estos alumnos?
Yo personalmente no porque todavía es muy pronto y las clases que yo empiezo a dar ahora son audiciones, son ver cómo está el nivel de los alumnos para después pasarlos al estudio de grabación y es que de momento estamos en el segundo año.
De siempre has tenido ese don para reconocer el talento ¿Que tiene que tener un chico o una chica para que Queco se fije en él o ella?
Yo me dejo llevar por la palpitación que te da una persona cuando la ves, cuando ves como expresa, cómo es su estilo, y sobre todo que sea personal y no te recuerde a nadie, no sé, una serie de condicionantes que tú sabes que esta persona vale para esto. Notas también la entrega de la persona, que no habla de dinero ni de fechas ni plazos, entonces son personas que sientes que tienes que empujarlas porque contigo o sin ti ya tienen una predeteminación a ser artistas.
Precisamente una de tus últimas apadrinadas ha sido la cantante jerezana Marina ¿Qué viste en ella?
No solo lo vi yo sino casi un millón trescientas mil personas en Facebook. Fue esa manera de tocarse el pelo, como cantaba sonriendo sin costarle lo más mínimo, una afinación brutal y una forma de cantar que, aunque no es nueva y es parecida a otros cantantes, como Niña Pastori, creo que ella irá encontrando su estilo. Marina es muy elegante y está destinada a ser una de las grandes en ese corte de música, que no sé si será flamenco, que creo que no porque en el flamenco, desafortunadamente, los grandes escenarios están hechos para los bailaores, como Joaquín Cortés o Sara Baras pero para un cantaor no, ni tampoco nos apoyan las grandes emisoras de radio de este país que escuchan unas palmas y un cajón y ya no puedes entrar. Es algo que tenemos en la cultura de este país, que tienes que cantar pop para triunfar.
Y ahora cuando vas a la escuela y ves a estos alumnos tan pequeñitos, ¿te recuerdan en parte a tí en tus inicios? ¿Cómo decidiste que querías dedicarte a la música desde tan niño?
Yo si no lo tenía claro lo tenía claro mi padre que nos puso a cantar muy jovencitos, con seis años ya estábamos cantando en todos los festivales de Andalucía de flamenco y la verdad es que convivíamos más con gente mayor que con gente de nuestra edad, mis amigos cuando tenía ocho años eran hombres de 40 ó 50. Es cierto que para mí eso empezó siendo un hobby, pero me di cuenta con 18 años que quería dedicarme al mundo de la música y con esa edad empecé a componer mis primeras canciones, formé un grupo, grabé un disco. Ya sientes poco a poco que tu vida es ésta y que no la cambiarías por nada, amas profundamente la guitarra, el componer, el cantar, aunque nunca fui un gran cantante (risas). Aquí en la escuela más de la mitad de los alumnos cantan mejor que yo y encima, estudiantes, porque yo no tuve ni esa oportunidad.
Y tras esos inicios…de repente llegó el Aserejé. ¿Te molesta que después de tantísima trayectoria la gente sólo te recuerde por esto?
Ni mucho menos porque eso fue un bombazo brutal, el Aserejé es una cosa que difícilmente se volverá a repetir en mucho tiempo. Pero yo ya venía de muchos éxitos atrás, como por ejemplo los cambios que le hice a Pastora Soler que pasó de no vender un disco a vender con el "Dámelo Ya" 250.000 copias o como El Barrio que de ser un cantante más flamenco, yo lo derivé a la música que tiene ahora y vendió 50.000 discos con el "Yo me voy al mundo", o Felipe Conde, con los "Ángeles también bailan", o los Cherokee, quizá no hubo súper éxitos pero si éxitos muy fuertes como el de Remedios Amaya con el "Tulu Tulai", o los discos de Vicente Amigo con los que conseguimos los Grammys. Yo como productor me sentía como pez en el agua en mi carrera, y a partir de ahí hice el "Aserejé" con Las Kepchut y vendimos lo que vendimos. Fue ahí cuando me di cuenta que llevaba 15 años metido en un estudio sin ver a mi familia y dedicado en cuerpo y alma a ese mundo, que es un poco oscuro, porque es el enfrentamiento personal del tengo que mejorar esta frase, tengo que mejorar esta música, este arreglo no me vale, eran todo presiones, y cuando ya me liberé con el disco de Las Kepchut decidí que todo mi sueño era cantar y hacer una gran gira y fue ahí cuando llegó el "Tengo", que en principio no tenía pensado para mí y dije ¿Por qué no? Voy a darme un año y a quitarme esa espinita de no haber llegado al éxito como cantante pero si como compositor y productor, y lo conseguí y fue un año maravilloso con 70 conciertos por toda España disfrutando la música, fue aquello de decir "una y no más Santo Tomás" porque después de aquella gira pensé que eso era irrepetible y yo mismo sabía que no podía mantener ese nivel ni mantenerme tanto tiempo en lo alto, y bueno, pensé más en enseñar, en la escuela, en producir y sacar talento que es lo que me vuelve loco.
Yo como productor me sentía como pez en el agua en mi carrera
Ha comenzado ya el Festival de la Guitarra. ¿Cómo lo vives como cordobés, músico, guitarrista y compositor?
He tenido la mala suerte desde muchos años que como siempre pilla en verano, rara vez me coincide con uno de los grandes en Córdoba, así que siempre estoy fuera. Ahora nos vamos medio mes a Huelva donde tenemos bolos, grabación, rodaje del videoclip nuevo de Marina, tenemos dos montajes escénicos en Estepona, el "Yo Canto Al-Andalus" que lo han cogido también en Madrid, en Fuelabrada, y también estrenamos ya mismo, por lo que me pilla fuera y me tengo que dedicar a ello.
