Coger el relevo de un amigo a quien, además de querer, admiras su obra. Una obra que, "aún leída póstuma no puede dar más ganas de vivir" es, sobre todo, un reto. Antonio Agredano (Córdoba, 1980) es futbolero, escritor, articulista, el orden de los factores no altera el producto 'made in Córdoba', eso sí, pues educado en la pública aprendió a convertir en versos la poesía que emanaba de él en los talleres de creación literaria del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ), donde conoció a Pablo García Casado y de ahí, a dirigir la edición décimo cuarta de Cosmopoética.
Este año la impronta de Nacho Montoto (Córdoba 1979-Sevilla 2017) se nota. Agredano ha querido que así sea, dejando la amabilidad, la cercanía y el pluralismo que caracterizaban a su amigo. Pero, además, ha querido que el programa sea más abierto e integrador que nunca sacando la poesía de los teatros, donde también está, pero llevándola a los barrios, porque para él "la poesía es lo más popular que hay, ha estado en nuestras vidas desde siempre".
No juzga. "Cosmopoética se abre a quien ve Sálvame, a quien lee mucho, a quien lee poco, incluso a quien no quiere venir". Para ellos, cien actividades con más de 200 autores. Diez días donde Córdoba es poesía pura.
Hace unos días, firmó un artículo en el blog que tiene en un digital de la ciudad con un titular muy llamativo, "Estoy hasta el coño", expresión popular, vulgar. ¿Su primera edición de Cosmopoética es vulgar, entendido común, general y por tanto accesible a todos?
Ser vulgar es un recurso, mi artículo era un exabrupto por cansancio. Lo que sí tengo claro es que en esta edición queremos llegar a un público que de otra forma no llegaríamos. Que sea más plural, que llegue a quien no se acerca habitualmente a un festival de poesía lo haga con autores como Joel López o Nach o cineastas como Arriaga. Lo que pretendemos es que el festival llegue a mucha gente diferente, porque nuestra concepción de la cultura no es mucho para unos pocos si no un poquito para muchos. Que todo el mundo encuentre respuesta para la cultura de su ciudad. Es un festival financiado con dinero público, por lo que no nos olvidamos del fin social. Apuestas muy trabajadas, nada vulgares; grandes propuestas pero nada vulgares.
Esta idea de una cultura plural, ¿se materializa en la ciudad en cuanto a la industria creativa?
Sería una respuesta que deberían dar las administraciones con competencia en cultura que trabajan en la ciudad. Como director literario de Cosmopoética lo que puedo decir es que los artistas locales tienen que estar representados en el festival, en la programación hay muchísimos autores y no por capricho, sino porque han ganado premios literarios nacionales y tienen que estar ahí. Hay diferentes concursos, festivales, ayudas, becas, subvenciones que tienen que acoger a todos los creadores. Como creador de la ciudad, yo aprendí a escribir poesía en los talleres del Instituto Andaluz de la Juventud. Eso no quita que no haya dificultades y que, a veces, se le dan oportunidades a quien ya está asentado y que quizá no necesiten ayuda pública. Pero creo que en Córdoba cada vez se está haciendo una cultura más global y creo que estamos en el camino correcto.
"Los artistas locales, muchos de los cuales tienen premios nacionales, tienen que estar representados en el festival"
En Cosmopoética, este año la globalidad se encuentra en un programa donde participan talentos consolidados para un público más maduro como Santiago Auserón, pero también Nach, que atrae, quizá, a los más jóvenes.
Hemos defendido que la poesía es un elemento intergeneracional con mesas donde participan tradiciones de todos los tiempos, a pesar de que en estos tiempos parece que la convivencia no siempre es pacífica entre tradiciones más clásicas y una poesía más rompedora, más vanguardista. Creemos que la convivencia es posible; Concha García, José Luis Amaro, pero también Estefanía Cabello o Alba, María Sánchez. Una muestra de todo el universo poético de la ciudad. No cerramos las puertas a ninguna corriente, al contrario, buscamos el diálogo entre corrientes que tradicionalmente no tienen lugar la una con la otra.
Para muchos, el primer contacto con la literatura está en el colegio, pero ahí, sobre todo en la etapa Secundaria o Bachillerato, se prioriza el estudio de las corrientes pero poesía en sí, había poco. ¿Ha evolucionado la enseñanza desde hace unos años introduciendo más dedicación a este género?
Los centros educativos tienen objetivos transversales como la educación en valores, donde sí que los maestros se interesan por festivales y actividades poéticas de la ciudad. A mí sí que me llegan peticiones de los centros para que Cosmopoética llegue a sus centros o ellos participar. Yo he estudiado en centros públicos de la ciudad donde he disfrutado de recitales, lecturas, ciclos que me han acercado a la literatura fuera de las clases regladas; conciertos de flamenco, actividades creativas. Para ello también tiene que haber mucha voluntad por parte de los docentes y apoyo público para que puedan llevar a cabo estas iniciativas transversales.
"A mí me llegan peticiones de los centros educativos para que Cosmopoética hasta ellos o ellos participen"
En su caso, ha trabajado en exclusión social y, de hecho, Cosmopoética llega a esos lugares donde se promueve la cultura fuera del sistema educativo, como es el caso de centros cívicos, como el de la Foggara, en el barrio de Las Palmeras, el lugar posiblemente con más arte por metro cuadrado, pero en Córdoba en general, ¿se palpa el talento creativo, expresado no sólo en la poesía, también en el cante, el baile?
Nosotros hemos querido llevar a Las Palmeras otra actividad distinta a la que ellos están acostumbrados; es un barrio lleno de flamencos, conocen una parte de nuestra tradición y poética. Hacer un concierto de flamenco allí no tendría sentido, pero sí desde Cosmopoética hemos querido llevar a la Foggarra a Curro Rumbao pero con José Ignacio Bartolomé que van a realizar un recital, van a enseñar otra tradición cultural. Además, en general, Córdoba tiene un poso creativo muy alto en la poesía, no es genético, se da por la preocupación de los últimos años de hacer talleres, festivales, ciclos de las administraciones donde se enseñan técnicas. La ciudad de Córdoba se ha preocupado en crear necesidad a los creadores y a la gente talentosa de la ciudad. Hay una preocupación por la cultura tanto pública como privada; la Fundación Antonio Gala beca a creadores; hay librerías como La República de las Letras que organizan semanalmente actividades, en las bibliotecas públicas hay iniciativas de creación, recitales para niños y adultos...
Y aún sin formación o talento creativo, Cosmopoética también proporciona experiencias a quien se acerca a sus actividades; la música, la palabra, el diálogo provocan emociones.
La cultura está ahí para quien la quiera. No seré yo quien critique a quien no hace uso de la cultura, en este caso, a través de la poesía; entiendo a quien sólo ve Sálvame o Gran Hermano, a quien lee de vez en cuando, a quien no lee nunca, a quien escucha Amaral o a Beethoveen. Pero de cara a las instituciones públicas, Cosmopoética no deja de ser un festival financiado con fondos públicos, tenemos que intentar que la gente use la cultura que está a su alcance. Ahora bien, no se puede controlar si un poema hace disfrutar o no, al igual que la música, o lo mismo se puede decir de un cuadro. No se trata tanto de conocimiento como de placer estético; se disfruta o no se disfruta. En Cosmopoética, cuando alguien pone su corazón en un poema, conmueve por su belleza, despierta tu rabia, te indigna. El artista conmueve y lo que queremos que los cordobeses vayan a conmoverse de la manera que sea, pero asimilando la creación a su manera personal.
"El artista conmueve y lo que queremos que los cordobeses vayan a conmoverse de la manera que sea"
Además de esa búsqueda de emociones, en Cosmopoética también se aprende. Hay nuevas narrativas poética, 'ciber poesía net-art', 'booktuber'...
En Cosmopoética tenemos claro que la poesía no es sólo un libro, es una perspectiva de ver las cosas. Hay poesía en el cine, en el cómic, en los cuadros, en las novelas, en Twitter, Facebook o Instagram. Tenemos la obligación de entender todos los soportes posibles y los autores que nacen, crecen y se popularizan en redes sociales no podemos negar que también es un vehículo poético de transmisión y de creación. Hay que investigar los nuevos caminos de la poesía.
Para todo esto, detrás habrá habido un equipo de trabajo potente, y que, sobre todo, ha tenido que afrontar el reto de reponerse ante la pérdida de Nacho Montoto, su anterior director literario.
Yo llego a Cosmopoética porque Xul, la empresa que logra la adjudicación del festival, me ofrece la dirección literaria. Nacho era muy amigo mío, había trabajado con él. Su impronta dio una pátina de amabilidad, cercana y amplitud al festival, como era él. Yo tuve claro que el festival, además, tenía que tener una vocación social, un evento que invada la ciudad y que la gente se acerque sin miedo a no enterarse o al desconocimiento de una apuesta en parte vanguardista. La poesía es lo más popular que hay, está en nuestra vida desde que éramos niños, desde 'El hada acaramelada' de Gloria Fuertes.
"Quiero que la gente se acerque sin miedo a no enterarse o al desconocimiento de una apuesta en parte vanguardista"
Se intuye que no cree en el elitismo de la poesía.
La poesía no es un producto elitista ni una excepción cultural. Con el premio Nobel a Bob Dylan tenemos un ejemplo de que es algo que llega a todo el mundo, desde la madre de mi mejor amigo cantando 'Ojos verdes', al tango de 'Volver' de Gardel o a Marwan. La poesía está en todas partes, sólo hay que acercarse a conocerla. Asumí la dirección con miedo, es algo complejo, un camino de frustraciones y alegrías con 100 actividades y más de 200 autores para lo que has tenido que leer 500. Me habré equivocado en algunas cosas y acertado en otras. También tengo un equipo magnífico con quienes da gusto reunirse cada mañana dando lo mejor de sí mismos.
¿Despedimos con un poema?
Cualquiera del último libro de Nacho Montoto. Es una obra emocionante con la que dan muchas ganas de vivir.
