CONCIERTO DE TEMPORADA DE ABONO

Dos primeros premios afrontarán con la Orquesta los retos de Weber y Schubert

El director Alejandro de Palma y el clarinetista José Andrés Fernández interpretarán piezas poco interpretadas anteriormente, como el Concierto para clarinete 2, así como la sinfonía 'Trágica' y la obertura de 'Oberón'

alejandro de palma
photo_camera El joven director Alejandro de Palma se encargará el jueves de llevar las riendas de la Orquesta de Córdoba

Dos ganadores de concursos, cada uno en su categoría, se aliarán el próximo jueves para interpretar con la Orquesta de Córdoba en el Gran Teatro, a partir de las 20.30 horas, un concierto de temporada de abono muy especial que bien podría denominarse como "Premios en escena". El primero de ellos será el responsable de ostentar la batuta ante los profesionales de la Orquesta cordobesa, Alejandro de Palma Garrido, flamante ganador del último Concurso de Dirección organizado por  la agrupación musical local, y también estará como solista el vencedor del Concurso de Jóvenes Intérpretes Andaluces, el clarinetista José Andrés Fernández Camacho.

Y no es una casualidad que se haya tratado de unificar sobre el mismo escenario a talentos de esta categoría, porque la dificultad del programa así lo requiere. Son piezas musicales relacionadas con el imaginario escénico, de gran visualizad, que incluyen la obertura de 'Oberón' y el Concierto para clarinete nº 2, de Carl Maria von Weber, que apenas ha sido interpretado y supondrá todo un reto personal para Fernández Camacho, así como la Cuarta sinfonía, de Franz Schubert, 'Trágica' en la segunda parte de la velada.

La primeras de ella es un auténtico cuento de hadas musical y su maravillosa obertura nos conduce desde primeros compases al mundo encantado de los elfos, de los que Oberón es el rey (¿Recuerdan el Sueño de una noche de verano, de Shakespeare?). Como en las otras oberturas de Weber, sus motivos esenciales están tomados de algunas escenas de la ópera aunque manejados con flexible simetría dentro de una forma clásica, a la manera de lo que posteriormente se denominarían 'suites'.

En cuanto a la cuarta de Schubert , conocida como 'Trágica' (título otorgado por el propio autor), cabe destacar que fue compuesta en abril de 1816, cuando contaba con 19 años, en un periodo de intenso flujo creador, pero que no fue publicada hasta 1884. Es, por tanto, la obra de un joven músico que sin pretender llegar a profundizar en el asunto trágico del ser humano, sí explora rincones que simplemente expone desde su mentalidad, su edad y su increíble y única alma poética y ensoñadora. Una maravillosa muestra de brillantez, vitalidad, profundidad, seriedad, alegría y belleza.