Cultura
La Noche Blanca del Flamenco, en imágenes
Para bien o para mal esta ha sido la Noche Blanca de Rosalía. Lo suscitado alrededor de su figura posiblemente genere un cambio de rumbo en futuras Noches Blancas, un modelo de evento que empezó contando con un sinfín de lugares y actuaciones, reduciéndose luego de manera obligada (la recesión económica mandó) y que ha vuelto ahora centrándose fundamentalmente en una sola actuación alrededor de la que pululan las demás. Formas distintas de ver una noche que en cualquier caso empezó con enorme brío en Las Tendillas con el baile del Ballet Flamenco de Andalucía y terminó en los jardines del Alcázar con la Tremendita. Entre medias el boom de Rosalía y toda Córdoba convertida de nuevo en un tablao. Este año la Noche Blanca estuvo especialmente dedicada a las mujeres, todas fueron artistas, salvando cuadros de bailaores, tocaores o cantaores. Propuestas modernas y clásicas, y un ambiente callejero lejos de las aglomeraciones de otras ediciones, cuando incluso era necesario el concurso de la autoridad para cerrar sitios y plazas, cordobeses y miles de turistas pudieron disfrutar de una luna creciente, casi llena.