Opinión

No hay igualdad sin empleo

No hay igualdad sin empleo

 

CCOO encara este nuevo 8 de Marzo como una oportunidad de volver a poner el acento sobre los retos que aún hay que afrontar para lograr una igualdad efectiva entre mujeres y hombres. No podemos olvidar que, en origen, el 8 de Marzo fue el Día de la Mujer Trabajadora (en realidad aún lo es) y es que sin un empleo digno, sin unos ingresos económicos que permitan a la mujer ser independiente del hombre y tomar sus propias decisiones vitales, es imposible conseguir una igualdad real. 

Por eso, este 8 de Marzo volvemos a hacer hincapié en las desigualdades que aún existen en el ámbito laboral, empezando por el acceso al empleo. Según los últimos datos del Servicio de Empleo Público (SEPE), correspondientes a febrero, en Córdoba las mujeres suponen el 59%  de las personas desempleadas. Y cuando acceden al empleo lo hacen en peores condiciones que los hombres: mayor tasa de paro, más temporalidad y más parcialidad en la contratación... baste mencionar que más de la mitad de las mujeres no alcanzan el SMI precisamente por una parcialidad que se nos vende como la panacea de la conciliación cuando más del 60% de las mujeres que trabajan a jornada parcial reconocen que es una opción impuesta y no voluntaria. Las mujeres siguen siendo las cuidadoras y las que más horas dedican a las tareas del hogar. De hecho, de las 442 excedencias para el cuidado de familiar solicitadas en Córdoba en 2019 solo 39, es decir, el 8,8%, fueron pedidas por hombres y si echamos un vistazo a las prestaciones por maternidad, de las 2.115 reconocidas en el primer semestre de 2019 solo 19 fueron solicitadas por hombres. 

Esta es la realidad de la sociedad patriarcal en la que todavía vivimos, en la que las mujeres se supone que gozan de los mismos derechos que los hombres, pero sus aspiraciones se ahogan ancladas por el papel que tradicionalmente se les ha asignado de madres, esposas e hijas, de amas de casa y de colaboradoras a la economía familiar. Esta es la sociedad que algunos partidos políticos pretenden perpetuar, impidiendo a las mujeres desarrollarse en condiciones de igualdad y tomar sus propias decisiones.
La desigualdad genera situaciones de abuso, situaciones que los sindicatos sabemos bien que también se dan en el ámbito laboral. Por ello, CCOO aboga por la implantación de los planes de igualdad  y los protocolos de acoso en las empresas, porque son instrumentos imprescindibles para generar el cambio de mentalidad que ayude a las mujeres a ocupar el lugar que legítimamente les corresponde junto a los hombres. Por ello, además, CCOO va a mantener su Servicio de Defensa Legal a Mujeres a pesar de que el Gobierno de la Junta le haya retirado la financiación que ha permitido atender y defender gratuitamente los derechos laborales de cientos de mujeres en Córdoba desde su puesta en funcionamiento en 1997. Porque la realidad es que a las mujeres se las sigue despidiendo por quedarse embarazadas, que sufren acoso sexual en el trabajo, que se las amenaza con el despido si intentan acceder a derechos como la reducción de jornada, que se las convierte en objetos y se las banaliza. Y estas injusticias no solo las ejecutan los empresarios, sino que las consienten los propios compañeros, que imbuidos de la cultura patriarcal no son conscientes, en muchos casos, de la situación de desigualdad que viven sus compañeras.

El mundo del trabajo refleja la sociedad en la que vivimos, ni más ni menos. Una sociedad en la que las mujeres tienen que esforzarse más, demostrar más, sacrificar más para estar a la misma altura que los hombres. Mientras la mujer no acceda a los centros de poder, mientras su condición biológica la defina, mientras las estructuras sociales no tomen conciencia de la tremenda injusticia que supone condenar a la mujer a un papel secundario en la sociedad, CCOO no va a dejar de batallar. Porque es de justicia. Por eso, este 8 de Marzo, queremos que las calles de Córdoba se pinten de morado, de mujeres y hombres convencidos de que una sociedad igualitaria es una sociedad más justa y mejor para todos. Nos queremos vivas, nos queremos libres, nos queremos unidas.