Teo Fernández (Córdoba, 1981) no es un experto en Historia de Córdoba. Es un divulgador. Así es como este licenciado en Historia del Arte se define. Pero lo cierto es que quien haya disfrutado de una de sus rutas de su empresa Erase una vez Córdoba no estará de acuerdo con él, porque trasmite de una manera que es capaz de mantener la atención sin parpadear ya pase el camión de la basura por al lado, niños chillen y correteen por el Parque de Orive o interrumpa su charla un transeúnte de los que merodean por la noche cordobesa buscando algunas monedas.
Es increíble cómo, a pesar de su juventud, Teo conoce como la palma de su mano los rincones más recónditos de la ciudad o las leyendas populares sobre casas encantadas. Pero cuenta la Historia de Córdoba, no como un soporífero académico, sino como si de un cuento para niños se tratara. Es capaz de relatar el pasado desde el Paleolítico sin la pedantería de quien se cree que sienta cátedra por toda su sabiduría, que la tiene, pero lejos de intimidar a su público, lo que suscita es alentar más si cabe el interés por sus explicaciones.
Sus rutas y las de su equipo, todos licenciados en Historia o Historia del Arte, son más que recomendables por la incansable investigación y documentación que llevan detrás, por el placer de descubrir Córdoba ahora que parece que las noches son algo más agradables.
Su próxima aventura es una visita guiada sobre la Mezquita-Catedral pasando de pasada por el arte islámico de su bosque de arcos o sus capillas católicas pero incidiendo en las leyendas y escenas históricas sucedidas dentro del majestuoso templo.
¿Cómo surge Érase una vez Córdoba?
La iniciativa surge en 2012 tras una visita guiada que hice para un grupo de estudiantes belgas que quería ver Córdoba de una forma distinta; además, he estado unos años viviendo Granada y allí sí que hace tiempo que hay visitas distintas contando las leyendas del Aljibe o del Albaicín. También imagino que mi experiencia de Erasmus en Roma marcó para poner en marcha una forma distinta de contar la ciudad. Empezamos con un cuentacuentos en algunos Patios narrando leyendas y entonces pensé: ¿Por qué no hacer esto de forma más regular y pudiendo abrirlo a los propios cordobeses? Entonces, en septiembre de 2012, empezamos todas las semanas con rutas nocturnas que eran Leyendas y Fantasmas de Córdoba y luego, para diferenciarnos de otros proyectos que salieron y que tiraban más para el tema fantasmagórico, lo dejamos en Leyendas de Córdoba, que es la marca registrada que tenemos aparte de Érase una vez Córdoba. Así es como surge. Y es con la intención de que guste a foráneos y a locales. Que al forastero le sirva para algo, para conocer leyendas cordobesas y para conocer el Casco Antiguo, porque prácticamente se recorre lo principal de él, incluidos rinconcillos que los de fuera a veces no ven. Pero además, a los cordobeses les aporta muchísimo; conocen leyendas que han escuchado de oídas, otras que conocen en parte, y encajan las piezas.
Por el staff que presentan en su web, son un equipo multidisciplinar de licenciados en Historia e Historia del Arte. Pero la Historia tiene versiones y controversias. ¿Cómo se documentan?
Las leyendas son algo dado a ser muy maleable. Me consta que en otros proyectos se inventan la leyenda agarrándose a eso de que las leyendas no son verdad, pero tampoco puedes engañar con tal de dar más efectismo al relato. En Córdoba hay ya infinidad de leyendas atractivas sin inventarse nada. Hay veces que según la persona, la leyenda o el oyente, le puede quitar el encanto contar el hecho histórico en sí que la mayoría de las veces se desvirtúa por la tradición oral y los cordobeses ya no saben qué es leyenda y qué hecho histórico. Érase una vez Córdoba ha conseguido que las leyendas tengan rigor. Parece contradictorio, pero es lo que hemos conseguido. Que la gente se fíe de nosotros en la versión o versiones que contamos y en la realidad que hay detrás. Y la segunda parte de la pregunta era la documentación. Tenemos la ventaja de que nuestro equipo no es el que más sabe, pero son profesionales de la Historia. Y sobre leyendas no dejamos de investigar, de consultar a expertos de la Universidad. Yo, por ejemplo, divulgo mucho sobre Julio Romero de Torres, sobre la Inquisición y no soy ni mucho menos el que más sabe, pero sí que tenemos la suerte de contar con los mejores asesores: Mercedes Valverde, Fuensanta García de la Torre, José María Palencia, Jesús Cabrera, que sí que son expertos sobre el tema. Para la Inquisición tenemos un acuerdo con un departamento de la Universidad de Córdoba y uno de los profesionales del equipo, Gonzalo Herreros, se acaba de doctorar en eso. CCO y Gonzalo se ha doctorado en ese departamento.
Nuestros asesores son Mercedes Valverde, Fuensanta García de la Fuente, José María Palencia o Jesús Cabrera
La política turística de la ciudad, se asienta mucho en la Historia, en el pasado, en el legado patrimonial. ¿Estrategia de marketing o realmente Córdoba aplica una política turística que valore y respete el patrimonio?
Hace tiempo el Ayuntamiento contaba con la ruta 'Paseos por Córdoba', con el nombre del libro manual del siglo XIX en el que se basa la interpretación del patrimonio de la ciudad. Desde mi punto de vista, considero que el turismo sostenible de Córdoba es inexistente tanto para vecinos como para el disfrute de los turistas. Debemos ser conscientes de que la ciudad vive en una época de bonanza que no deja de ser una burbuja impulsada por el miedo al terrorismo islámico que ha concentrado, de manera coyuntural, los visitantes del Mediterráneo en España y Córdoba se ha visto beneficiada.
Pero yo haría dos reflexiones respecto a la actual situación; la calidad del turismo en Córdoba se está perjudicando más de lo que alguien que esté sentado en su despacho pueda creer y ver. Estoy harto de ver gente en las oficinas de turismo y desde Málaga, una agencia que nos mandaba turistas ya nos ha dicho que ha empezado a desaconsejar venir a Córdoba. En Navidad, tuve quejas de una agencia italiana que me dijo "ya os habéis convertido en otro parque temático, no os vamos a mandar a nadie más". Y muchas más. El problema no es que no se quiera sacar partido de esto, es que esto es como la gallina de los huevos de oro. La gente no se da cuenta de que esto a la larga es peor. Son las propias empresas turísticas las que quieren exprimir más y se van a perjudicar a sí mismas a la larga. El día que mejore el tema del terrorismo, el día que se canse la gente de venir a un sitio donde haya mucho jaleo o el día que lleguemos a algo que ya han llegado en otras partes de España que es "turismofobia" por parte de los locales, eso no se recupera en un año. Hacen falta décadas para quitarla. Eso antes o después va a pasar aquí, de hecho ya está pasando en el turismo de Los Patios. Además, es un turismo absurdo en el sentido de que es un turismo que no deja un euro en la ciudad; tener miles de personas que vienen y no dejan dinero no es rentable.
La calidad del turismo se está perjudicando más de lo que alguien que esté sentado en su despacho pueda creer y ver
Se trata entonces de buscar un equilibrio...
La reflexión es que siempre hay que poner en la balanza beneficio económico y en el otro lado patrimonio. Y también el bienestar de los vecinos, que aquí en parte se ha perdido. En esa balanza lo curioso es que Córdoba es la única ciudad que ha roto la balanza. Porque es la única que tiene un desgaste, sobre todo en Patios, excepcional, sin tener un beneficio económico proporcional. Porque, por ejemplo, la mayoría de gente que viene en Los Patios no se queda a dormir en Córdoba y trae un bocadillo en la mochila. Entonces no tiene lugar la balanza, el debate. Por eso por ejemplo las despedidas de soltero pueden gustarnos o no gustarnos, pero dejan dinero. Entonces se pueden defender. Pero hay cosas que no tienen defensa y se siguen publicitando para que venga más gente. Yo creo que la Administración pública no acaba de tener conciencia de eso. Si la tuviesen el primer objetivo de Córdoba por encima de todo sería abrir más los museos. Mejor dicho, abrirlos como se abren en todas partes.
Dado su gran conocimiento histórico y cultural de Córdoba, me gustaría que me desmontase o confirmase el mito de 'Las tres culturas'.
Coexistieron seguro, convivieron a medias. Se supone que conviven, coexisten; pero, por otro lado, no tan bien como se decía. Por ejemplo, en época musulmana tengo entendido que había una Judería donde los judíos no vivían mezclados con el resto de la sociedad. Hay teorías sobre dónde estaría; si era en la calle Osario o donde está la Sinagoga ahora. Pero convivir, lo que se dice convivir...
Ahora también te digo que existe una paradoja infinita que casi nunca se menciona, que el Mihrab de la Mezquita lo construyeron los cristianos. El califa mandó traer a los mejores musivarios a hacer mosaicos desde Bizancio y vinieron arquitectos cristianos, ortodoxos, pero cristianos. Entonces se da la paradoja de que la gran perla, la gran joya de lo que mantenemos del arte omeya o musulmán en Córdoba la hicieron cristianos. Desde un punto de vista turístico, nos interesa mucho venderlo y se puede vender bien, porque otro ejemplo es que la Sinagoga que es un templo hecho en época cristiana para judíos con un estilo mudéjar, estilo musulmán; ahí tienes las tres culturas en un edificio.
El primer objetivo de Córdoba por encima de todo sería abrir más los museos
Ha habido polémicas con los horarios de apertura de los museos, sobre todo entre los lobbies más conservadores de la política y sociedad cordobesa.
A ver, es una realidad que los museos de la ciudad cada vez abren menos. Entiendo que cerrar los lunes es una convención europea, pero lugares como la Alhambra, El Prado o nuestra propia Mezquita-Catedral abren todos los días porque hay consciencia por parte de sus gestores de que se trata del principal atractivo para los visitantes. ¿De qué me sirve que los museos abran martes, miércoles, jueves y viernes mañana y tarde y luego llegue el fin de semana y cierren por la tarde? ¿Para qué estamos pagando un sueldo? Es absurdo. Ahora llega el verano y tanto la Junta de Andalucía como el Ayuntamiento de Córdoba cierran por la tarde. ¿Dónde van los turistas a las cuatro de la tarde con el fresquito que hace en Córdoba en julio y agosto y teniendo en cuenta que los hoteles del centro, por normativa, no pueden tener piscinas?
Los Patios son otro de los atractivos de Córdoba y también cierran los martes. Se lo menciono como directivo de la Asociación de Amigos de los Patios, colectivo de propietarios y de amantes de esta tradición cordobesa por excelencia...
Nuestro patio de San Basilio, 44 normalmente abre todos los días gratis. Y los propietarios que abren sus casas descansan los martes, porque lógicamente si el fin de semana interesa abrir y el lunes cierran los museos, algún día de la semana tendrán que descansar.
Lo que se ve del Templo Romano se puso de pie y se hizo en los años 60 del pasado siglo XX
¿Qué es lo que más sorprende a la gente?
A los cordobeses les sorprende que les metemos por calles por las que nunca han pasado y en algunos casos por calles céntricas. A los de fuera, que el Templo Romano de Claudio Marcelo, aunque sea del siglo XX.
¿Disculpe?
Lo que se ve del Templo Romano se puso de pie y se hizo en los años sesenta del pasado siglo. El Templo Romano se encuentra en la década de los 50 la parte delantera, pero se localizan los cimientos y algunos restos. Entonces, si no me bailan las cuentas, en los años 60 se reconstruye la parte delantera con piezas en su mayoría nuevas. Por eso hay tres capitales que están más rotos, porque son originales, y el resto la mayoría de piezas son nuevas, salvo algunos fragmentos. La filosofía de la época era así, era normal. Esto ocurre de tantas formas que es difícil de entender. Se siguen las obras de la zona que hace el Ayuntamiento y entonces ya aparece el resto del Templo que son los cimientos que se ven hoy. Por eso está reconstruido sólo lo de delante. Y ahora lo que se ha hecho es restaurar la reconstrucción de los años sesenta.
¿Qué podemos encontrar en Érase una vez Córdoba?
En verano, todos los días, tenemos una ruta nocturna a las diez de la noche con Leyendas de Córdoba. Luego, tenemos Córdoba subterránea los domingos por la mañana, pero en verano no la hacemos porque en los subterráneos hace más calor que fuera, hay mucha humedad; la tumba de Puerta Gallegos es un horno. Ya aprovecho para informar de que la semana que viene arranca Historias y leyendas de la Mezquita-Catedral de Córdoba. La intención es que en verano sea casi todos los días. Esporádicamente hacemos como Brujería y hechicería en Córdoba, que se centra en el barrio de Santiago, Plaza de La Corredera y esa zona. Córdoba de las mil y una noches la hacemos los jueves.
Y a usted, ¿qué es lo que más le gusta del patrimonio cordobés?
La cantidad y densidad de leyendas que hay. Es espectacular. Trabajamos también en Granada y no hay color. Esto demuestra que el alma de la historia de la ciudad también está en las leyendas. Se nota el tipo de leyenda. En Granada, hay un tipo de leyendas de frontera, de una cristiana que casi siempre se llamaba María, casada con un musulmán… Hay muchos cuentos del Albaicín y cosas así. En Córdoba son distintas. Son mucho más largas, se alejan más del cuento, más densas, incluso las que son cuentos son más largas. Digamos que se nota la diferencia. Centrándome en la leyenda, Córdoba tiene un patrimonio de leyendas que no sólo es enorme, sino que al fin se está valorando poco a poco con propuestas como la nuestra que fue la primera, con recuperaciones de espacios como el Palacio Orive por parte del Ayuntamiento o la Casa de las Cabezas.
