Los (muy) británicos MFC Chicken han tenido a bien incluir a la capital cordobesa en su gira española de este año y han anunciado concierto en la Sala Ambigú de La Axerquía el próximo día 22 de marzo, a partir de las 23.00 horas (una hora la mar de rockera) y con un precio de 12 euros la entrada.
¿Y que ofrece este cuarteto-quinteto (según las circunstancias) para una noche especial en la zona alta de la ciudad? Por lo pronto, y según ellos mismos reconocen, sus influjos (que no influencias, que no deja de ser un galicismo) proceden de constelaciones (y no solo estrellas) de la talla de The Sonics, Little Richard, The Wailers, Chuck Berry, Amos Milburn, Ray Charles, Gary 'U.S.' Bonds, Screamin' Jay Hawkins, The Kingsmen, The Tornadoes, Big Jay McNeely, Jerry Lee Lewis, Johnny and The Hurricanes, Dick Dale and The Deltones... O lo que es lo mismo, una explosiva mezcla de sonido Mod-Rocker de los que dejan sin aliento. Y es que como bien dijo Ringo Starr, ellos mismos se autodefinirían como 'Mockers' en el sentido no de burlón, sino de Modernista patilludo y con tupé.
De ahí que su estilo sea una brillante mezcla de Rock and Roll, Rhythm and Blues, Surf y Garage, todo muy bien agitado sobre el escenario para lograr un resultado con chispa tan bailable como sudoroso (mejor no acudir elegante, sino con ropa de baile, por lo que pueda pasar). Por cierto, que su música va muy de la mano de la comida basura-rápida-de la que engorda, algo que se puede escuchar en sus letras. Música grasienta para chuparse los dedos, que diría el Coronel Sanders.
Y es que cuando Spencer Evoy, saxofonista y vocal del grupo, llegó a Londres recién aterrizado de Canadá, no sabía que su búsqueda para reavivar el espíritu del Rock and Roll del American Northwest comenzaría fuera de una tienda de pollos en Holloway Road.
Caminando por ese tramo legendario de asfalto, se sintió sorprendido por el aroma grasiento del pollo frito y sintió que le dolía la barriga de puritita hambre. Al darse cuenta de que todos sus fondos se habían gastado en el avión, sacó su saxofón y se dirigió a la calle fuera de las instalaciones con la esperanza de unas cuantas libras para pagar su próxima comida. Y al oír los dulces tonos del Rock and Roll en su habitación en el piso de arriba de la tienda, el bajista Bret Bolton llamó a Spencer.
Sus ojos se encontraron y al instante se dieron cuenta de que eran hermanos de armas musicales. Días más tarde, formaron una banda juntos, y la llamaron así por la ahora desaparecida y abandonada tienda de pollos donde se conocieron: MFC Chicken.
Junto con Ravi 'Low-Beer' en la batería, el 'Reverendo' Parsley en el órgano y Alberto Zioli en la guitarra, el grupo de amantes de las aves de corral (comestibles) pronto comenzó a hacerse un nombre por sí mismos, convirtiéndose en uno de los actos más populares de Garage Rock'n'Roll en Londres, que animó a los clubes con su propio fuego.
Después de haber pasado un buen año o más afinando su set y descubriendo cuál de sus canciones hacen bailar a las chicas (es decir, todas ellas), su LP debut, 'Music for Chicken', cimentó a la pandilla mundial como los mejores proveedores del R&B del Pacífico Noroeste en la Tierra. Lo que ofrecen en sus conciertos: Poder bailar sin complejos música de toda la vida, a ser posible Rock en todo su ambicioso concepto pero con un ojo puesto siempre en sus raíces más terreras. Bienvenidos al Planeta Rock... Sin pretensiones.
