MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Intimidad Radio: Pasión por recuperar la esencia de la radio local desde el 106.4

Hay que recorrer casi todo el dial para, en el último tramo, encontrar a la emisora que está intentando recuperar una radio cordobesa para Córdoba, algo que se fue perdiendo poco a poco desde los 80. Su responsable, Quino Ceular, muestra que no hay impedimento posible si la "misión" lo merece
Quino Ceular en primer plano junto a sus colaboradores Reyes Romero y Francisco Javier González
photo_camera Quino Ceular en primer plano junto a sus colaboradores Reyes Romero y Francisco Javier González

Cascos, micro, diversos tipos de mesas de sonido. Todo listo para un programa más. Desde un piso de Ciudad Jardín, Quino Ceular, acompañado muchas veces de diversos colaboradores, se ha encomendado un propósito nada sencillo: volver a hacer verdadera radio local. En realidad son dos propósitos nada sencillos, porque también se ha propuesto enseñársela a los jóvenes. Todo esto a partir de Radio Intimidad, en el 106.4 y a través de de internet.

Si en los 70 y sobre todo los 80 con la FM entonces en auge fueron los años de la radio en general, y de la radio local en particular, los cambios en los medios de comunicación fueron poco a poco, y sobre todo ya en el siglo XXI, eliminando programas uno a uno. Hoy día la radio local son apenas algunas desconexiones para informativos, algo de deportes y, en el mejor de los casos, un magazine, que también están tendiendo a desaparecer o ha desaparecido en muchas emisoras. "La radio que estamos haciendo es la radio que se hacía en los ochenta. Una radio local, una radio cercana, una radio en la que puedes tocar a la persona con la que estás hablando. Esa es la radio que yo echo de menos, la que hace falta y es precisamente por esa radio por la que estamos luchando en Córdoba". Tan directo como muchos de sus programas habla Quino Ceular, cordobés de 45 años, que simultanea su pasión por la radio con su trabajo de vendedor de cupones, pues nació con graves problemas de visión que empeoraron en su niñez hasta desembocar en una ceguera. Ese obstáculo no le ha impedido trabajar en Onda Pasión, Onda Cero o dirigir Radio Posadas. 

Intimidad Radio surgió a través de la afición de Ceular por la música new-age y chill-out. Y dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro, pero esto no es aplicable a los locutores: "tras pasar un tiempo mis amigos me decían «sí, muy bonito, pero me duermo, hombre, por la mañana métele un poquito de pop, métele un poquito de nosecuánto, y porque no pones música en español, y por qué no... y por qué no...» [nota de la redacción: Quino Ceular imita un retintín de broma],  así que Intimidad Radio fue cambiando a lo que es ahora, una emisora de música pop, entrevistas, asuntos locales, cuestiones solidarias y entrevistas. Como los demás no me dejaban hacer la Intimidad Radio que yo quería, dije vale, y acabé pasando el New Age y el Chill-out a otra emisora, Intimidad Relax". De esta forma Quino Ceular ha puesto en marcha, como suele decirse, dos radios por el precio de una.

Un momento de un programa de Intimidad Radio en directo

Su afición empezó de niño al oír a "gente" por entonces de moda walkie-talkies. Quiso saber quién era esa "gente" y así llego a la radio-afición. Todavía recuerda con quién habló primero tras mover la "ruedecita" que iba cambiando de frecuencia hasta localizar una voz al otro lado: "Hablé con unos chavales que estaban en la Avenida de Barcelona y otros que estaban en Cañero. Yo vivía entonces en El Brillante. Aquello era como el Facebook o el Whatsapp de entonces. Hablábamos de dónde estábamos, de emisoras, de marcas de antena, de qué curso hacíamos... a mi comunión vinieron radio aficionados". 

Esa mención a las redes sociales no es casual. Ceular se lleva la radio literalmente a las aulas. Y allí les enseña a los alumnos un medio que muchas generaciones tuvieron por ordinario pero que hoy palidece ante las redes sociales. "Muchos jóvenes conocen la radio por el coche de sus padres, y todavía más por el coche de sus abuelos". Y al principio hay ciertas reticencias pues hoy día muchos de ellos, como decimos, no escuchan la radio como algo normal en sus vidas. "Sin embargo muchos tienen familiares fuera, ven la posibilidad de que les oigan y de pronto son conscientes de que forman parte de un proyecto que empiezan a ver como otra red social".

Además los alumnos ven algo que supone una enseñanza decisiva, "se dan cuenta de que aunque a mí me falta la visión no tengo problema para montar  desmontar las mesas y micros, hacer el montaje del programa, hacer las entrevistas y el control al mismo tiempo y... me falta el pino con las orejas. Ven que no hay diferencias. Un alumno me decía «yo pensaba que los ciegos eran otra cosa, que eran personas a las que le tenías que ayudar en todo». Así que finalmente "aprenden que detrás de la radio hay personas, que todo tiene una elaboración, trabajo, guión, esfuerzo y compromiso". Además los alumnos terminan haciendo ellos mismo un programa completo de radio.

La ceguera sí que le plantea un reto a Quino Ceular. Pasar a lenguaje braille las notas es un esfuerzo que requiere demasiado tiempo, así que lo que más le cuesta del medio radiofónico es tener a veces que oír esas notas que ha escrito, por ejemplo para realizar en directo una entrevista. Esos audios a veces se mezclan con la propia conversación con un invitado y le obligan a poner doble, cuando no triple, concentración. Otro detalle que ha ido puliendo con el tiempo es la improvisación, un punto que reconoce todavía le produce cierto reparo por dejar un silencio "en el que la mente se quede sin saber qué hacer". ¿Cómo ha ido mejorando en este campo? "He ido mejorando a base de pensar que no necesito el premio Ondas, la radio la tengo para divertirme y para divertir a los demás, por eso es la radio del bienestar, espero que al igual que yo la gente se sienta mejor con ella que sin ella".

Entre los hitos de Ceular se encuentra la puesta en marcha de Radio Posadas hace pocos años, cuando por una serie de problemas las personas que la llevaban no podían dedicarle más tiempo. Alguien le preguntó por la posibilidad de recuperarla y la respuesta fue "yo la radio en diez días te la echo a andar". Y así fue. Durante tres años compaginó Intimidad Radio, su trabajo de vendedor de cupones y la dirección y coordinación de Radio Posadas. "Dormía no me acuerdo cuándo".

Con modelos a seguir como Carlos Alsina, Julia Otero o el malogrado Juan Antonio Cebrián, con quien llegó a cenar, se ha convertido en un devorador de podcast, sobre todo de historia, ante una radio convencional cada vez más convencional y con programas más parecidos los unos a los otros. Ante eso una misión, esta sí, nada convencional, recuperar una radio cordobesa para Córdoba.

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