Medina Azahara ya es Patrimonio de la Humanidad. Algo que va a suponer un fuerte impulso para la ciudad en todos los sentidos. De hecho, ya se han puesto en movimiento las neuronas para tratar de activar nuevos paquetes turísticos que den pie a un aumento de las pernoctaciones, habida cuenta de que se trata de pasar una jornada completa en esa visita, mientras que se habla también de aumentar los servicios de Aucorsa hasta la ciudad palatina. Y todo eso redundará muy probablemente en beneficio de toda la ciudad.
Pero en la imagen del domingo, tras el triunfo cantado, faltaba mucha gente. Hasta el punto de que en lugar de ser un éxito de la ciudad o de Andalucía, más parecía un logro particular del PSOE antes que otra cosa. La invitación para ir a seguir en directo en el Museo de Medina Azahara la sesion del Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco era totalmente libre y no requería de invitación expresa. No estaba vetado nadie y, de hecho, cuantas más gente estuvieran presente, mejor que mejor.
Pero si se echa un vistazo a la foto del momento, en la que determinadas personas posan en el monumento con el pulgar en alto, tras haber seguido en directo una sesión en la que una de las propuestas italianas llegó a poner de los nervios a los presentes porque estaba retrasando demasiado el proceso hay muchas más ausencias que presencias. Por lo pronto, la inmensa mayoría son altos cargos del PSOE, como son el presidente del Parlamento, Juan Pablo Durán; la consejera de Salud, Marina Álvarez; la de Justicia, Rosa Aguilar; el delegado de Cultura, Francisco Alcalde (visiblemente emocionado), o la secretaria general de Cultura, Cristina Saucedo. También estaban presentes en la imagen los últimos directores del yacimiento y en medio, por sentimiento cordobés y andaluz, el parlamentario de Podemos David Moscoso, quien no ocultó su satisfacción por el histórico momento.
Aumente, el único
No nos hemos olvidado del teniente de alcalde de Seguridad, Emilio Aumente, quien fue el único representante del Ayuntamiento presente en el lugar y quien recogió directamente el reto lanzado desde Baréin por el Comité en el sentido de resolver los problemas urbanísticos en el entorno del monimento. Pero es que, precisamente, su presencia hizo todavía más patente el vacío dejado por quienes no estaban allí en un momento que quizá hubiera sido deseable contemplar en el lugar. Al margen de él, no había nadie más del Grupo Municipal Socialista, ni rastro del Grupo Municipal del PP (ni tampoco a nivel de partido), nadie de Ciudadanos, tampoco de IU ni de Ucor... Y eso que se trataba de un proyecto de ciudad. Y aunque sí hizo acto de presencia Alberto de los Ríos, no cuenta como representante de Ganemos Córdoba, porque hace tiempo que lleva apartado de la política municipal, por tanto este grupo también estaba ausente. Por parte del Instituto Municipal de Turismo (Imtur) del Ayuntamiento se encontraba presente durante todo el acto el director-gerente, Jesús Ligero.
Y, aunque es verdad que había dos consejeras del Gobierno de la Junta (ambas cordobesas), quizá se echó de menos la presencia de la máxima responsable del Ejecutivo andaluz, Susana Díaz. No hay que olvidar que en el fracasado intento de conseguir la Capitalidad Cultural en 2016 por parte de Córdoba hasta el entonces presidente autonómico José Antonio Griñán respaldó con su presencia la candidatura cordobesa teñida de azul.
Otros que no estaban en la foto son los que luego reclaman que se pongan en marcha medidas para incentivar la presencia de turistas que haga rentables los negocios. La hostelería, los establecimientos hoteleros, el sector turístico (a todos los niveles, incluido el de congresos), la patronal de forma genérica (CECO), la Cámara de Comercio o buena parte del mundo cultural también brillaron por su ausencia (por allí sí que estaban, que todo hay que decirlo, Hisae Yanase o el director del Museo de Bellas Artes, José María Palencia, o la del Arqueológico, María Dolores Baena).
Es cierto que luego hubo mensajes de felicitación y reacciones de todo tipo para subirse al carro y no quedarse descolgados, pero en el momento en que tenían que estar, faltaron.
