Es tal la expectación que se ha suscitado en tono a este nuevo fenómeno musical que cualquier cosa que se diga de él, vende y se lee como si fuera algo sagrado. En este sentido, desde fuentes oficiales del Ayuntamiento se ha indicado únicamente que "lo informaremos todo cuando terminemos las pruebas que se están haciendo". Sencillamente eso. Ni se ha asegurado ni desmentido que podría comenzar mañana el reparto. Ni se ha desmentido ni confirmado si también se van a repartir en el estadio de El Arcángel, donde hay muchas más taquillas y un sistema informático de primer orden para tener un mayor control.
Ni se ha desmentido ni confirmado si primero se repartirán las entradas en mano y luego se dejará un porcentaje de las entradas (ni cuántas) para adquirirlas a través de una página web pensadas en visitantes que quieran venir a Córdoba a ver el concierto (se dice por ahí, incluso, que a esa web no podrán acceder personas de Córdoba, con lo que se haría necesario un control estricto mediante DNI, lo que indica que no será precisamente ágil).
"Han dicho que probablemente mañana (martes) empiecen a repartir", ha explicado Lidia Gallardo, la segunda de la cola ya formada. "¿Que si merece la pena la espera? Si consigo las entradas para mi hija y para mí, claro que sí", señala, por su parte, Sara Carretero, la primerísima primera en llegar para coger la vez.
Ya esta mañana, a las 08.00 horas, había unas pocas personas, ellas incluidas. A las 10.00 de la mañana, se convirtieron en decenas para sobrepasar el centenar. "Y esta tarde empezará a llenarse de nuevo", asegura con rotundidad Sara Carretero.
Sólo las dos entradas
Tanto ella como Lidia Gallardo únicamente quieren las dos entradas que les corresponden por DNI. No van a ser de las que llamen a familiares o amigos para aprovecharse de la ocasión y cederles su sitio una vez conseguido el botín. Una situación que, de seguro, genera conflictos con los que también van a estar esperando a que les llegue el turno.
Ellas aseguran que al mediodía han visto venir un coche oscuro de la organización con "las cajas de las entradas". En realidad, según Maricarmen Pérez, que ha sido uno de los 1.600 voluntarios y voluntarias para la malograda campaña Córdoba 2016 y asegura conocer los entresijos de lo que rodea al mundo de la cultura cordobesa, "eran dos ordenadores con los que se repartirán las invitaciones, pero tampoco estamos seguros de si serán las del concierto o las que se repartirán para entrar en La Axerquía, porque, sí, también será por invitación", ha afirmado.
La estrategia de las dos primeras será la del relevo. Sara Carretero ha asegurado que mañana, a las 08.00 horas de la mañana vendrá a sustituirla su hermana, y también tiene previsto Lidia Gallardo que le hagan rotación para descansar de cuando en cuando. Y para evitar conflictos les irán diciendo a los que vayan llegando que están a la cola detrás de ambas. "Vamos a estar muy pendientes, pero no vamos a seguir las noticias ni por radio ni nada de eso", han indicado.
Entre tanto, las quejas de los que estaban aún concentrados en el lugar no se han hecho esperar. "Se supone que es una Noche Blanca para Córdoba, pero la forma de informar está siendo lamentable y sospechosa", señalaban algunos.
"No hay derecho; tenían que haber informado de golpe una vez que se tuviera todo claro, pero es que no creo que lo tengan claro ni en el Ayuntamiento", era otra de las quejas para un evento que, al margen de cachés astronómicos o no o de caprichos de diva, ya ha hecho sombra al resto del cartel de la noche. Pero el Flamenco tiene muchos y variados públicos y ningún artista se va a sentir solo ese día. Entre otras cuestiones porque los amantes de esta música van a poder pasearse de un escenario a otro sin temor a que se solapen en extremo unos conciertos con otros.
