PUENTE DE TODOS LOS SANTOS

Los cordobeses cada vez gastan menos en flores para sus difuntos

El auge de las incineraciones, los cambios de costumbres o la pérdida de poder adquisitivo hacen que se gaste hoy día mucho menos en flores para los difuntos en estas fechas señaladas
Cementerio

Los cordobeses cada vez gastan menos en flores para sus difuntos. No es una cuestión de tacañería o falta de respeto, sino una conjunción de cuestiones, entre las que se cuentan los cambios de costumbres, la situación económica general, el auge de las incineraciones o la pérdida poco a poco de ciertas tradiciones. Pero donde antes había una corona que costaba equis, ahora hay un ramo que cuesta la cuarta parte de equis.

"Mi familia también eran floristas, y antes nos quedábamos toda la familia toda la noche haciendo coronas", ha explicado la presidenta de la Asociación de Floristas de Córdoba, Ángela Mª Gómez, quien ha narrado como la tradición de la corona ha ido decayendo año a año. Ahora lo que predomina es el centro o bien los ramos más pequeños. "Una corona lleva mucha cantidad de flores, sus claveles además son de Ecuador, Colombia o Galicia, que tienen una duración muy grande y son bastante caros, la docena está entre diez y doce euros, cuando la docena de claveles normales está a cuatro o 4'50", ha añadido.

Sí que hay diferencia entre el campo y la ciudad: "En los pueblos se sigue manteniendo una tradición de llevar muchísimas flores, no importa el dinero que se gasten, sino que su ramo sea el más bonito, hay cierta competitividad, no así en las ciudades, donde incluso los floristas vamos perdiendo clientes poco a poco en este aspecto, ya que la gente mayor es sobre todo la que lleva flores a sus difuntos". 

Ángela Gómez es una florista creativa que imparte numerosos talleres y ha participado en el Festival Flora, pero en el caso de los ramos de difuntos nos topamos con un clásico donde son fundamentalmente los clientes los que lo componen, "queda un margen de un 1% para la creatividad". Aquí sí que la tradición se impone, a veces con contradicciones, como detalla la presidenta de la Asociación de Floristas. Por ejemplo la combinación de rojo y blanco, muy común en los ramos de difuntos, no se considera buena dentro del arte floral porque hay demasiado contraste.

Sí que hay un cierto margen para la aportación de la florista en los ramos pequeñitos para los lados de las lápidas, las jardineras o los centros para panteones. "En estos casos el cliente te dice el precio y tú trabajas sobre eso". Por último, en cuanto a opciones, resultan muy comunes también los llamados ramos de palma, un tipo de ramo sin volumen, con las flores escalonadas de forma que dan a una cara, sirviendo la otra para que se apoye por ejemplo en la lápida.

También hay mucha gente que se ha pasado de la flor natural a la flor de tela todo el año, o clientes que sólo emplean la natural en estas fechas y pasan luego a la de tela. En cuanto a los ramos de flores naturales, las flores que predominan son el clavel y el crisantemo. También la rosa y el gladiolo, un tipo de flor esta última que cada vez se emplea menos entre los floristas en comparación con tiempos anteriores, además de incidir en el contraste poco recomendable que mencionamos.