ASAJA

Los tribunales reconocen 2 millones en daños a los afectados por la riada de 2010

Asaja Córdoba afirma que las sentencias apuntan a una mala gestión por parte de la Agencia Andaluza del Agua, que dependía directamente de la Junta de Andalucía

guadalquivir
photo_camera Los damnificados por las riadas de 2010 recibirán 2 millones de euros

La patronal agraria Asaja de Córdoba, junto con 28 agricultores afectados y un informe del Grupo de Investigación de Hidrología e Hidráulica Agrícola de la Universidad de Córdoba (UCO), ha conseguido, a través del despacho De la Riva Abogados, que los tribunales den la razón a los damnificados por la riada ocurrida en invierno de 2010 por el desbordamiento del río Guadalquivir, por lo que hasta el día de hoy le han sido reconocidos casi 2 millones de euros por los daños ocasionados en sus propiedades agrarias, según un comunicado de esta organización remitido a este periódico.

Hasta ahora, el importe total de las sentencias que reconocen acreditados los daños asciende a 1.375.107 euros y, dado que las sentencias condenan a los intereses legales desde la reclamación administrativa, éstos ascenderían aproximadamente, a fecha 30 de diciembre de 2015, a 217.530 euros, lo cual será incrementada, puesto que hasta la fecha sólo se ha abonado el principal de uno de los expedientes, encontrándose pendientes de resolución tres asuntos por procedimiento abreviado, por ser inferiores a 30.000 euros, si bien el Juzgado Central de Madrid estima el recurso al considerar competente a la Junta de Andalucía, añade la misma fuente.

Responsabilidad de la cuenca

En esa fecha, recuerda Asaja, la gestión de la cuenca del Guadalquivir, que antes correspondía a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), era competencia de la Agencia Andaluza del Agua (AAA), decisión posteriormente revocada por el Tribunal Constitucional (TC). Por tanto, las sentencias consideran a la Junta de Andalucía como responsable por acciones y omisiones en los días previos a los hechos, afirmando la Audiencia Nacional que existía una ausencia de mantenimiento y que los desembalses que se produjeron en diciembre de 2010 "ponen de manifiesto una mala gestión por parte de la Administración, pues ante las previsiones meteorológicas se debió regular el caudal de los embalses, soltando agua de forma paulatina para que no se encontraran al límite de su capacidad cuando llegaron las lluvias, como era de esperar en esa época del año y fue previsto por la información meteorológica difundida durante las semanas anteriores", incide la organización agraria.

Según las sentencias, el 5 de diciembre de 2010 los embalses se encontraban al 83% de su capacidad, lo que obligó a desembalsar en los días de inundaciones, por lo que los tribunales consideran que la Junta de Andalucía cometió un fallo de seguridad inaceptable en el sistema hídrico de la cuenca del Guadalquivir, unido a la falta de la limpieza de los cauces. Las resoluciones judiciales se han basado en dos documentos principales, como son el informe de la UCO, además de un peritaje realizado a instancia judicial sobre la situación en la que se encontraba el cauce del río Guadalquivir y cómo se actuó.