El cinco a cero aún resuena desde El Arcángel, que mañana, sobre la hora del fútbol, a las intempestivas cuatro de la tarde, ya debe de haber desenvuelto con intriga los presentes dejados bajo el árbol. A la espera del más deseado, en forma de tres puntos. Desde Gijón, en la jornada veintiuno, aguarda un comienzo positivo de año, una ilusión. La petición es ganar en El Molinón.
A los Reyes no les gusta el fútbol. Está demostrado. Si les gustara, con sumo detalle regalarían un balón por equipo. Córdoba CF y Sporting lo reclamarán a la manera de Romero y de Baraja, dos jóvenes en el banquillo a los que les gusta elaborar, con poco tiempo en sus equipos. Que piden ganar con el balón como arma y regalo. Se espera magia, o al menos, alternativa, diversión. Y a los blanquiverdes solo les valen los tres puntos. Están en esa fría situación resultadista de jugarse la vida cada siete días.
Objetivo, recortar cinco puntos con la salvación
El balance empezó y quedó atrás en el mismo momento en que terminó 2017. El Córdoba CF, medio vendido, medio comprado, con Romero ratificado, tomó fuerza con la goleada al CF Reus. Paró y ahora regresa, junto a la competición, con tiempo justo para enmendar el roto de cinco puntos que tiene con la salvación. Como si pusiera a cero los contadores de la buena marcha, los propósitos. Y las pilas cargadas. La cara y la ropa recién lavada. Romero, afirma, que la desconexión vino bien.
El año empieza fuerte. El Sporting de Gijón, un histórico, empezó así la temporada. A estas alturas anda desinflado, a la misma distancia de ascenso y de descenso. Mustios, los de Rubén Baraja reciben a unos califas indeterminados. A saber qué Córdoba CF se planta en Asturias. Respondón con fútbol, cualidades mostradas en momentos puntuales; o sin respuesta, el grueso de partidos. Convocados, los disponibles menos Stefanovic, Josema, Pinillos, Jaime Romero, Noblejas y Esteve. Las novedades son Lavín, del B, y Álex Vallejo.
