El próximo lunes 25 empieza la vuelta del Archivo Municipal a su sede en la Casa de los Guzmanes, una vuelta que ha de ser como se suele decir coloquialmente lenta y segura dado el valor de los documentos y fotos que alberga. De hecho se empezará a hacer con las obras de reforma integral todavía en marcha. Por tanto la semana que viene vuelve el archivo a su sede, empezando por su fondo documental.
"Se ha dado prioridad a las obras de los depósitos porque es lo más importante que tenemos en el edificio, se puede decir que es la sacristía de esta casa", ha explicado la directora del Archivo. Estos depósitos contarán con la mas sofisticada instalación que existe hoy día dedicada a la prevención de incendios de este tipo de fondos.
La instalación se llama OxyReduct. "Se sella todo el depósito de manera que no hay ni un poro en una pared y se baja la concentración de oxígeno de forma que ni siquiera se puede encender un mechero; si hubiese un cortocircuito nunca habría una chispa", ha detallado la responsable del lugar.
Es así hasta tal punto que se han tenido que medir los tiempos de servicio, es decir, que los trabajadores, para localizar un determinado documento, han de saber previamente dónde está y cuánto tiempo han de emplear en ubicarlo, pues pueden estar un lapso determinado por esa baja concentración de oxígeno.
La directora del Archivo Municipal, Ana Verdú, ha explicado que esos fondos documentales se devolverán a la Casa de los Guzmanes clasificados por signaturas. Este traslado de los depósitos está perfectamente programado para evitar cualquier incidencia. Cuando concluyan las obras volverá el personal, que actualmente trabaja en la casa colindante, perteneciente a La Trinidad, y momentáneamente alquilada.
Esa vuelta de personal y mobiliario no tiene fecha concreta, sólo se sabe que será en el primer semestre del año. Ese retorno está sujeto también a la posibilidad de hallazgos, a que "no haya más sorpresas", como ha señalado Verdú refiriéndose al descubrimiento de una puerta Mudéjar en el segundo patio de la Casa de los Guzmanes. Esa puerta, tras las pruebas del carbono 14, de las pocas que se han hecho en la ciudad de Córdoba, demostró que el inmueble tenia un siglo más de antiguedad y que estaba datado entre 1345 y 1395.
Las obras en la sede del Archivo Municipal empezaron en noviembre de 2018.
