DEFENSA

La Brigada del Muriano recibirá 23 Pizarros con un coste de 152 millones de euros

El precio de los vehículos de transporte más modernos del Ejército se ha duplicado debido a las modificaciones y los retrasos en los pagos

Tanque
photo_camera Uno de los nuevos vehículos Pizarro II llegando a la base de Cerro Muriano.

La Brigada Guzmán el Bueno de Cerro Muriano acaba de recibir las primeras unidades de la última versión de los blindados Pizarro, un carro de combate con capacidad de transporte de infantería. Son los vehículos de este tipo más modernos del Ejército español y su precio supera los 6,6 millones por unidad, según los datos facilitados a Córdoba HOY por la Dirección General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa.

El Muriano recibió los primeros ocho VCI (Vehículo de Combate de Infantería, en su denominación oficial) el 15 de marzo, otros 11 el 29 del mismo mes y está previsto que se entreguen otros cuatro para la unidad de zapadores el 31 de mayo. En total la Brigada recibirá 23 Pizarro, lo que supone un coste de 152 millones de euros; la cantidad supone 2,5 veces que la previsión de inversión del Estado en la provincia para todo el año 2017.

El coste por unidad de los blindados Pizarro, fabricados por Santa Bárbara Sistemas -empresa pública privatizada por Aznar a principios de los años 2000 y adquirida entonces por General Dynamics, un contratista de defensa norteamericano-, incluye el IVA. Además, en el precio se contempla también "manuales, Análisis del Apoyo Logístico (LSA), simulación, repuestos y formación de tripulaciones".

Los 23 Pizarro de la fase II que recibirá la base del Muriano suponen aproximadamente la quinta parte del total encargado. El resto irán, en principio, para la Brigada Extremadura y la base de El Goloso, en Madrid. La modernización de los VCI contempla también que los viejos vehículos se incorporen a unidades del Ejército con menos experiencia que las brigadas de Córdoba y Badajoz; en concreto, irán a Cataluña.

Retrasos y sobrecostes

El programa de los Pizarro II (existe una versión anterior de los años 90) ha sufrido grandes retrasos y aumento del precio. El encargo se formalizó en 2004, en una de las últimas decisiones del Gobierno de Aznar, con un coste de 707,5 millones de euros para 212 VCI; el precio por unidad era entonces de poco más de 3,3 millones de euros, la mitad de lo que finalmente han terminado costando.

¿A qué se debe semejante incremento de los costes? En primer lugar, a los cambios introducidos por el propio Ejército de Tierra en el diseño de los vehículos para adaptarlos a sus necesidades reales. En 2009 se introdujeron las primeras modificaciones, lo que implicó una reducción en el número de unidades de 212 a 190, pero no se bajó el precio del contrato. Más bien al contrario, ese mismo año se aumentó el techo del programa en casi 80 millones de euros en aplicación de la cláusula de revisión de precios contemplada en el contrato; posteriormente se cerró el precio y ya no se permitieron más revisiones del coste.

No se cambió más el precio, pero sí se volvió a reducir el número de unidades que General Dynamics debía entregar. Los retrasos en los pagos y la reducción de los programas especiales de armamento debido a la crisis motivaron esta vez la bajada en la demanda para poder hacer frente a los compromisos, y así en 2014 Defensa acordó comprar 117 vehículos y 2 prototipos. Como resultado, el precio del vehículo prácticamente se dobló hasta hacerlo uno de los más caros de su categoría que hay en el mercado, y que tan sólo utilizan España y Austria.

Funciones y misiones

¿Para qué sirven los Pizarro II? Son vehículos con grandes capacidades de combate y elevada protección de la infantería -y más aún los destinados a los zapadores, que tienen que operar en entornos con minas y explosivos-. Están diseñados para prestar apoyo a los carros blindados Leopard en misiones conjuntas y su uso depende de la doctrina. Fuentes del Ministerio de Defensa explican que la decisión de emplearlos "depende de la amenaza y del riesgo".

Los Pizarro II se pueden emplear también en misiones de paz como las que desarrolla el Ejército español en diferentes del planeta, como actualmente en el Líbano, donde hay tropas de la Brigada del Muriano desplegadas bajo mando de la ONU. Sin embargo, la logística de los vehículos de orugas, como los Pizarro y los Leopard, es mucho más complicada y costosa que la de los vehículos ligeros, de modo que hasta ahora los blindados españoles no han participado en misiones al exterior.

Eso cambiará desde el mes de mayo, cuando se desplace a Letonia el primer contingente español dotado con carros de combate Leopard y VCI Pizarro, formado por la Brigada Extremadura, una unidad gemela de la Brigada Guzmán el Bueno. Más adelante, en torno a noviembre, serán las tropas del Muriano quienes les den el relevo durante seis meses, con 15-16 de sus flamantes Pizarro II y media docena de tanques Leopard.

La misión en Letonia se encuadra en una operación de la OTAN en lugar de estar bajo mando de la ONU. Allí las tropas de Cerro Muriano tendrán que poner a prueba sus nuevos vehículos por primera vez en unas duras condiciones climatológicas, ya que tendrán que pasar el invierno en el Báltico, con temperaturas que pueden llegar hasta los 30 grados bajo cero.

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