Durante el próximo mandato

La vicepresidenta anuncia en Córdoba la elaboración de una Ley contra la Trata

Carmen Calvo visita el centro de la Fundación Emet Arco Iris en Montilla donde ha dado su apoyo y solidaridad a las mujeres africanas y sus hijos que han sufrido explotación sexual
Carmen Calvo esta mañana en Córdoba 1
photo_camera La vicepresidenta, Carmen Calvo, esta tarde en su visita a Córdoba

La visita a Montilla de la vicepresidenta en funciones del Gobierno, Carmen Calvo, le ha servido a la egabrense para limpiarse en parte la mala imagen que había desatacado ayer el fundador de la oenegé Open Armas, Óscar Camps, tras sus declaraciones sobre unas posibles sanciones al buque solidario por carecer de permiso para rescatar migrantes del Mediterráneo.

Y es que Calvo ha estado en un centro de acogida humanitaria destinado a mujeres africanas y a sus hijos de la capital de la Campiña Sur, nacido de una iniciativa denominada Proyecto Ödos e impulsada y coordinada por la Fundación Emet Arco Iris junto con una docena de organizaciones más. Y la ha visitado sin prisas, con calma y si medios de comunicación de por medio para conocer de primera la historia de estas mujeres y sus hijos, que han sido rescatadas de lo que se llama trata, aunque literalmente podría denominarse esclavitud.

Una situación "tenebrosa" como ha denominado la también ministra ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad en funciones, y que le ha llevado a plantear que a lo largo de la próxima legislatura, sobre la que no ha desvelado ni despejado duda alguna durante su estancia en Córdoba, se apruebe una Ley de Trata, puesto que es "un gran problema" en España.

Estas mujeres están ahora aprendiendo a tener una vida respetable y normalizada, contando para ello con ayuda, pero es que el pasado 2018 "en nuestras costas pudimos atender a casi 1.300 mujeres, muchas de las cuales habían sido traficaras, es decir secuestradas con fines de explotación sexual", y muchas de ellas con niños muy pequeños o, incluso, dando a luz en la patera en que malviajaban. De hecho, en algún caso se ha llegado a contabilizar hasta 300 menores en una de esas barcazas inestables.

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Pues bien, ese centro, que surge, tal y como ha destacado el presidente de la Diputación, Antonio Ruiz, de la iniciativa privada, aunque contando con ayuda directa de administraciones locales, como la propia de Montilla, La Rambla o Montalbán, es meritorio, según Calvo, de "ser copiado en otras partes del país, por la labor que realiza" y porque "somos un país que tiene un gran problema con el asunto de la trata de mujeres y de menores". Por ello, la ministra ha adelantado en este marco la nueva Ley.

Esas mujeres han sabido trasmitir a la vicepresidente su fuerza para contar con la independencia suficiente para reiniciar sus vidas y darles un futuro a sus hijos e hijas, "con toda una lección de fortaleza y dignidad, a la que no es posible negar nuestra solidaridad y apoyo".

Por su parte, el alcalde socialista de Montilla, Rafael Llamas, ha explicado a este periódico que de media en ese centro suele haber entre 10 y 11 mujeres más sus respectivas descendencias. Allí se lleva a cabo un verdadero control sanitario de los niños y niñas y merced a unas pruebas de ADN también se comprueba la veracidad de la relación filial con las mujeres y de este modo es mucho más sencillo el traslado a cualquier otro lugar de España o de Europa.

La singularidad de esta iniciativa Montilla, que se amplía a parte de la Campiña, es que las mujeres y los niños son censados en el municipio cordobés, y cuentan con la asistencia de una psicóloga y una trabajadora social que trabajan también con estas personas. "Lo que se busca es, de alguna forma, que haya un control principalmente sobre los niños y que si van a oras comunidades autónomas sepan que están vacunados, además de hacerles un seguimiento", ha explicado Llamas.