Proceso en Córdoba a La Manada

Agustín Martínez: "Lo que aquí se hace es casi un juicio sobre un juicio"

El abogado de los cuatro acusados insiste en que las pruebas obtenidas no son lícitas y sobre ese punto tiene que pilotar el juicio
Manada
photo_camera Dos miembros de La Manada conversan entre ellos antes de iniciarse el juicio EFE

El abogado de los cuatro miembros de La Manada, Agustín Martínez, ha calificado la primera jornada del juicio que se celebra hasta el próximo jueves en el Juzgado de lo Penal número 1 de Córdoba, en la Ciudad de la Justicia, de "razonable", en el sentido de que entraba dentro de lo comprensible que el juez, Luis Javier Santos, decidiera no suspender la vista y considerar en la propia sentencia si acepta o no como pruebas los dos vídeos del suceso.

La intención de Agustín Martínez era que el juez decidiera sobre la marcha, teniendo en cuenta de que aquí "lo que se está  haciendo es casi un juicio sobre el juicio", porque "se juzgan sobre las formas de obtener las pruebas más que sobre las propias pruebas en sí".

En su opinión, las pruebas obtenidas para este caso de abril de 2016  y que nacieron a raíz de la investigación sobre lo ocurrido meses después en los Sanfermines de Pamplona, ""no son lícitas", por lo que no pueden ser una especie de "barra libre" para que la Policía pudiese intervenir o interceptar cualquier tipo de hecho delictivo que pudieran haber realizado con anterioridad al día 6 de julio. Así, Martínez señala que lo que se circunscribe en todos los autos por parte del Juzgago de Instrucción de Pamplona era estudiar y analizar los hechos acaecidos el 6 y 7 de julio, y "ninguna autoridad judicial, y eso ha quedado reconocido en el juicio de hoy, autorizó que se buscara en fechas anteriores".

Por esta razón, hablar como ha hecho el fiscal Jesús Aparicio de descubrimiento casual de lo ocurrido entre Torrecampo y Pozoblanco es "cuanto menos un poco absurdo". De hecho, "entendemos que cierta contaminación puede tener el juez instructor de Pamplona a la vista de la práctica de un juicio sobre una prueba ilícita, que es como construir un edificio prácticamente con cemento sin arena", o lo que es lo mismo, la teoría del árbol envenenado, del que cualquier fruto que nazca será también ponzoñoso. Por eso, "lo lógico" es que sus clientes se negaran a responder "nos siquiera a preguntas mías".

El letrado ha reconocido que hay otras pruebas, tal y como ha indicado el juez, como la imagen de la víctima con moretones y el vestido roto o la conversación que escuchó la madre cuando su hija relató lo ocurrido a unos amigos en su cuenta de casa. "Eso nos sorprende, porque no ha declarado en instrucción la madre", ha indicado al respecto