El actor lucentino Julio Flores participa en tres capítulos de la popular serie de TVE 'Acacias 38'

Tras sus recientes participaciones en Aguila Roja, Centro Médico o Cuéntame, desde hoy y hasta el lunes podremos ver a este actor lucentino en la serie de la sobremesa de RTVE, Acacias 38, en la que da vida a un periodista que se interesa por uno de los personajes del barrio

JULIO FLORES
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Julio Flores es de esas personas que no necesitan presentación. El actor lucentino se está convirtiendo en los últimos años en una cara habitual en las series de televisión de TVE. Tras su participación en la pasada temporada de Aguila Roja, hace pocos meses le veíamos como protagonista de una de las historias de Centro Médico, donde aparecía como paciente de alzheimer, y también en un personaje episódico en un capítulo de Cuéntame. Ahora, Julio Flores participará en tres capítulos consecutivos de la serie Acacias 38, que se emite a las cuatro de la tarde, en la que da vida a un periodista que se interesa por uno de los personajes cómicos de la serie, la portera del edificio, tras su aparición en una foto del periódico.

Hemos creído oportuno recuperar con este motivo la entrevista que Aida Plaza le hacia al actor lucentino recientemente y que ya publicamos en uno de los últimos números de nuestra revista Vive Lucena Magazine.

Actor profesional desde los 20 años, Julio Flores comienza pronto a recorrer España con diferentes compañías, diferentes papeles, diferentes personajes. En 1996 vuelve a Lucena con un proyecto bajo el brazo: la creación de la Escuela de Teatro Duque de Rivas, promovido para que el teatro llegara a niños y adultos de manera didáctica, materializándose y cumpliendo 20 años en activo y evolución.

Paralelamente, ese mismo año, Julio Flores decide junto a unos amigos crear una empresa de gestión cultural, y presentar el primer Plan Municipal de Cultura para Lucena, un intento por revitalizar la cultura y de donde nacen eventos como el Festival de Jazz, los Premios Barahona de Soto, la Semana del Teatro Ciudad de Lucena o el desaparecido festival FM Pop, entre muchos. Ante este boom, pasó a formar parte en el equipo de la Delegación de Cultura como gestor cultural, compaginando siempre este cargo con su profesión como actor, en la cual no ha parado de crecer y que le ha dado muchos de los grandes momentos de su vida.

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Es Julio alguien que no pasa desapercibido tanto dentro y fuera de las pantallas, recientemente lo hemos podido ver en televisión en la serie de Antena 3 “Amar es para siempre” –en la foto– o en "Cuéntame como paso", “Águila Roja” y “Centro Médico” de TVE. En teatro trabaja ahora con “Las Mocedades del Cid” y “Ámbito Resistiré” en el teatro Alfil de Madrid, aunque puede presumir de poseer cientos de personajes a sus espaldas y haber compartido escena con artistas tan consagrados como Nati Mistral.

De aquel joven actor que comenzó con compañías de repertorio por toda España sigue quedando presente su identidad, todo aquello por lo que quería luchar, y sin olvidar lo mucho que le queda por aprender.

 

- ¿Cuando comienza Julio Flores a actuar y siente la necesidad de convertirlo en profesión?

Siempre fui un niño muy tímido, introvertido, era la hora del recreo en el colegio y me quedaba en clase, era difícil. Con 11 años, José Flores, mi admirado profesor, me puso encima de un escenario y sufrí una transformación, era una vía para soltar mi timidez, me sentía libre y abría todas las puertas de mi imaginación.  Me gustaba la poesía, escribir textos o novelas, y el teatro era la mejor forma de poder plasmarlo. Al finalizar el  instituto tuve que tomar una decisión, actuar o hacer una profesión muy sería, impulsado por la política y mi alma revolucionaria; por lo que elegí las dos opciones, actuar y revitalizar la cultura en la sociedad.

- ¿Tus papeles más importantes o a los que les guardas más cariño?

Todos tienen un recuerdo especial, pero en teatro le guardo mucho cariño a “Volpone” de Ben Jonson, al que protagonicé hace 6 años; “Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?”, donde hacía multitud de papeles; muy contento también del Agente González, el personaje comisario en la serie Amar es Para Siempre de Antena3; o Tristán en “La Celestina” junto a  Nati Mistral.

-Trabajar un personaje, darle forma, una tarea que, según muchos actores, deja huella y al terminar la obra te sigue a casa ¿Te identificas con alguno de los que has interpretado?

Todos los papeles son ejercicios de terapia, cuando construyes un papel y le das forma siempre sacas algo de ti. El objetivo principal es que sea verdadero, que el público te crea, y para ello tienes que buscarlo dentro de ti. Sacar tu parte oscura, romántica, tristeza, etc. En muchas ocasiones me he llenado de partes tan oscuras que cuando llegas a casa todavía sientes ese mal rollo, por ejemplo en el papel del Rubio en “La Malquerida” que era un asesino, ¡nunca he matado a nadie pero tenía que sentirlo! (ríe).

-Siempre existe ese alguien que nos inspira, que nos empuja a tomar un camino. ¿A quién le debes tu inspiración y admiras en tu profesión?

Mis padres son y siempre serán mi referente. Vivían por y para sus hijos, no tuvieron opción a estudiar pero estaban en continua evolución. Mi madre leía, escribía; y mi padre me enseñó a amar la poesía, pero lo que soy ahora se lo debo solo a ellos, a su apoyo y su respeto por mi elección en la vida.

Y en la escena española, muchos de los grandes actores que actualmente tenemos como Rafael Álvarez “El Brujo”, José Sacristán, Nati Mistral o José María Rodero. Son actores que sin serlo de método, han respetado, querido y han hecho mucho teatro, no han querido ser famosos, sino hacer teatro y contactar y contagiar emociones sin más. Es justamente mi filosofía en la profesión, ser actor para transmitir emociones, sentirme mejor persona y comunicar.

-Talento o esfuerzo. ¿Qué consideras que tiene más importancia?

Las dos cosas. Citando a Picasso “Que la inspiración me pille trabajando”. He tenido alumnos con mucho talento y poco sacrificio, sin este binomio, no sirve de nada. Un actor tiene que seguir esforzándose día a día, viendo teatro, asistiendo como espectador, cursos de cámara, y sobre todo teniendo mucha humildad. No olvidar de dónde vienes, continuar cortando entradas, pegando carteles, acomodar, montaje, etc. Se resume en disciplina, talento y formación.

-¿Qué estás haciendo ahora y cuáles son tus próximos proyectos?

Actualmente estamos representando en el teatro Alfil de Madrid una comedia musical Ámbito Resistiré;  hace unos meses hice el papel protagonista de un enfermo de Alzheimer en la serie Centro Médico de TVE; un capítulo para la conocida serie Cuéntame; así como un personaje episódico para la popular serie de TVE 'Aguila Roja' y otros tres para 'Acacias', y también estoy trabajando junto al actor lucentino Antonio Romero, en un nuevo montaje teatral dirigido por David Lorente, no puedo desvelar más.

-¿Qué es lo más complejo y qué lo más placentero de tu carrera?

“Sic transit gloria mundi”, lo peor de la profesión es el olvido, se pasa el momento de gloria y no os olvidamos de artistas que lo han sido todo por no aparecer en pantalla. Ahora se prima la juventud. Lo mejor es que es la única profesión que cuando terminas, si no lo has hecho medianamente mal, te aplauden. El reconocimiento que te llevas a casa y la satisfacción de hacer feliz a la gente. Recuerdo con emoción la el caso de una espectadora con depresión, su marido la llevó al teatro y rió tanto que nos siguió durante toda la gira, nos confesó que le habíamos devuelto la vida. Esa pequeña recompensa merece todos los nervios, los kilómetros, y sufrimiento.

-Una obra de teatro o… dos o tres.

Son muchas obras de teatro pero “La vida es sueño” significa mucho para mí. El teatro clásico en general y cualquiera de Lope de Vega.

-¿Cómo sobrevive un actor que actúa en su vida como gestor cultural, más difícil que subirse a un escenario?

Poco sueño, muchos kilómetros y sobretodo pasión.