PERIFERIA OESTE

Sorpresa en Trassierra por la desaparición de la madre keniata y su hijo Muaht

La mujer es muy reservada, aunque en la última semana se la vio más abierta a hablar con algunos habitantes de la barriada como la panadera o el ferretero, además de que ambos habían ido el viernes pasado al cine. La mayoría piensa que se ha ido voluntariamente

TRASSIERRA 2
photo_camera Parque al que acudía la madre y su hijo todos los días en Trassierra

"¡Ah! ¿Pero eso ha sido aquí?". Los vecinos de la barriada de Trassierra no han podido ocultar esta mañana su sorpresa ante la desaparición de una mujer keniata y de su hijo de tres años, Muath, con una grave cardiopatía, que vino a Córdoba a intervenirse del corazón en el Hospital Universitario Reina Sofía, y que una vez se le realizó hasta tres operaciones había sido dado ya de alta y hoy mismo tenía previsto regresar a su país de origen. Pero el pasado domingo por la mañana ambos dejaron de dar señales de vida.

"Estamos seguros de que no se ha ido por su propia libertad, sino con 'ayuda externa', y es muy difícil pensar que se hayan perdido en Trassierra, porque es una mujer keniata capaz de aguantar días sin comer ni beber". Desde la oenegé Infancia Solidaria, su contacto con los medios, Ángel Parejo, ha mostrado su preocupación por el paradero de ambos, ya que los datos con los que cuenta Infancia Solidaria son escasos, entre otras cuestiones porque se trata de "preservar al máximo la intimidad tanto de los acogidos como de quienes les acogen", pero, por lo poco que sabe, "apenas ha tenido contacto con nadie del exterior" y sus salidas para pasear se limitaban a ir "al parque infantil que hay enfrente de la vivienda de acogida".

Por lo pronto, la investigación está en manos de la Policía Nacional tras la denuncia oficial presentada por la oenegé por su desaparición. Las pertenencias y la documentación, así como los billetes de avión para el viaje de vuelta previsto para hoy, permanecen en la casa de acogida.

PAULA TRASSIERRA

Infancia Solidaria desde el primer momento dejó clara su opinión de que no se trata de una marcha voluntaria, sino que apuestan por que se hayan perdido o que haya ocurrido cualquier otra cosa para provocar su desaparición. De hecho, esa "ayuda externa" aludida por el portavoz cordobés da a entender la posibilidad de una retención por la fuerza.

¿Huida voluntaria? 

Pero eso contrasta con la opinión generalizada de los encuestados en la barriada por este periódico. En opinión de la mayoría, "la mujer se ha quitado de en medio para no regresar a su país", y para justificar su opinión han apuntado que "no las está buscando nadie y la última vez que desapareció aquí una niña todo el pueblo salió en su busca".

De todos modos, poca gente la conoce. Ni a ella ni al niño, aunque sí los han visto en el parque infantil que hay junto al Centro Cívico de la barriada. De hecho, "ése era el camino que prácticamente hacía por las mañanas: desde la vivienda donde estaba hasta la plaza y de vuelta, y eso son apenas 200 metros", ha explicado Paula, que regenta una panadería-bar. En palabras suyas, la mujer keniata al principio era muy reservada y no hablaba con nadie por razones, obvias, ya que no habla español.

"Pero poco a poco se fue soltando y en la última semana se empezaba a mover más y a hablar más con algunos de nosotros, hasta el punto de que venía aquí a comprar el pan y a la ferretería también iba a hacer alguna compra", añade Paula. También se les vio el jueves pasado en el cine viendo la película y cenando en el bar mientras el niño jugaba feliz por allí. "Daba gusto ver al chaval con sus gafitas y sus piernas algo endebles, pero es muy gracioso y simpático", remata la panadera.

También en la farmacia la han visto en alguna ocasión, ya que allí iba de cuando en cuando a pesar al niño acompañados de la familia de acogida. Pero más allá de eso, todo es silencio y desconocimiento, algo que puede dificultar seriamente la investigación.