Distrito Norte-Sierra

Ni Policía Local ni Seprona ven punible la situación del perro en Valdeolleros

Los propietarios afirman haber invitado por correo electrónico al coordinador de Pacma, que planteó la primera denuncia, para que conocieran la situación de 'Linda' en persona, "pero no hemos obtenido respuesta" 
seprona caballo
photo_camera El propio Seprona se personó en el lugar pero no levantó denuncia alguna

Tras las denuncias del Partido Animalista Pacma y de la protectora Arca de Noé sobre la situación de encierro que sufre un perro en la zona de Valdeolleros, en el Distrito Norte-Sierra de la capital, supuestamente encerrado en un cuarto sin acondicionar y con techo de uralita a 50 grados, la familia propietaria del animal ha contactado con este periódico para aclarar que ni la Policía Local ni el Seprona de la Guardia Civil, que sí han visitado el lugar, han contemplado situación punible alguna, por lo que no han levantado ni denuncia ni acta desfavorable.

Según ha explicado a Córdoba Hoy Pedro Mena, hijo del propietario de la perra, un spaniel bretón tricolor de cuatro años llamada 'Linda', todo empezó el día en que una vecina del edificio que linda con la azotea donde está la perra, subió con su propio perro a la zona alta y allí se encontró al padre de Pedro con 'Linda'. "Mi padre se la lleva al campo todos los días de 07.30 a 11.00 horas y por la tarde, cuando son ya las 20.00 y ha bajado un poco el calor, la saca fuera y se hacen compañía con el animal corriendo libre por arriba".

El caso es que 'Linda' estaba en celo y el perro macho de la vecina lo notó, así que tanto la mujer como el dueño de la perra estuvieron hablando de los animales y la compañía que hacen a sus propietarios, y cuando la mujer se iba a ir, se fijó en los trasteros que había en la azotea y le preguntó al hombre si tenía al animal encerrada en uno de ellos, a lo que el hombre contestó que sí.

Pasaron dos días y a la vuelta de un paseo, los padres de Pedro Mena vieron que una pareja de la Policía Local les esperaba a la puerta del edificio. Subieron, contemplaron el lugar donde la perra pernoctaba y se marcharon sin levantar acta de denuncia. "El cuarto del animal está totalmente alicatado, tiene dos ventanas que le hacen corriente y aunque el techo sí es de uralita, mi padre mantiene el local aislado del calor con corcho y otros materiales; además la perra come dos veces al día pienso fresco y tiene a su disposición un bidón con 25 litros de agua, porque por redes sociales aseguran que está malnutrida".

El problema es que las redes sociales hicieron circular la situación del animal "sin que ninguno de los que denuncian se haya dignado a visitar a la perra y vea en persona cómo se encuentra", indica Mena, quien asegura haberle remitido un correo electrónico al coordinador de Pacma en Córdoba, Javier Luna, invitándole a ver el cuartillo, "que no me ha contestado". Su padre "empezó a pasarlo muy mal por las acusaciones que lanzaban contra él, que siempre ha tenido un perro y nunca le había pasado esto".

Por ese motivo, la familia conectó con un abogado que les aconsejó aguantar el chaparrón "amparándonos en que no estábamos haciendo nada malo", pero la presión social fue tal que "decidimos contactar con el Seprona para que vinieran a hacernos un informe favorable". La sorpresa fue que la pareja de la Guardia Civil vio todo correcto, pero se negó a elaborar informe alguno, porque "no se dedican a redactar los favorables, sino sólo los que son susceptibles de ser penados y no era el caso".

Así que la familia no tiene más remedio que seguir aguantando, aunque, al menos, ha podido dar su versión de los hechos. Sea como sea, el daño ya está hecho.