Vecinos de El Naranjo se han concentrado esta mañana para reclamar a la Junta la construcción de un centro de salud y otro de mayores. Según ha expresado la Asociación La Palomera, compuesta por ciudadanos que residen en esta zona de la ciudad, se trata de unos equipamientos comprometidos por el Gobierno andaluz. De hecho, el único obstáculo que había para ello era la posibilidad de contar con unos terrenos, un término que el colectivo solventó el pasado año y del que informó en abril de 2017 a la propia Delegación Provincial de Salud e Igualdad para que procediera al inicio de las obras.
Durante la concentración el colectivo ha señalado que ambos centros son “viejas reivindicaciones del barrio” y que éste ha sido el motivo de la protesta pública. Para reforzar esta necesidad, han ofrecido datos como que el Naranjo cuenta con unos 6.000 habitantes, con aproximadamente 1.000 menores de 14 años y 800 personas mayores de 65. Han recordado que “cedimos espacio en la asociación de vecinos hasta conseguir una consulta con médico y enfermera, para lo que, posteriormente, conseguimos la consulta actual en un local alquilado por el SAS con dos médicos, dos enfermeras y un ordenanza”
En 2016, precisaron, se recogieron 800 firmas reivindicando la presencia de un pediatra en la consulta. Fue entonces cuando, preocupados por la salud de sus vecinos, “surgía la necesidad de ocuparnos de los mayores, reivindicando con ellos lo que tanto tiempo llevaban pidiendo, un Centro de Participación Activa (centro de mayores), abierto a las personas que cada año van engrosando la lista de jubilados y que necesitan un espacio dinamizador donde relacionarse, donde divertirse y los mantenga en actividad”.
Es por ello por lo que la asociación mantuvo varias reuniones con la delegada de Salud, Igualdad y Políticas Sociales, con el gerente del distrito sanitario y con el responsable de mayores. En una de esas reuniones a comienzos de 2017, el colectivo planteó la construcción de dos centros de salud y mayores, “insinuando que, si tuviéramos terreno, habría alguna posibilidad”. Fue entonces cuando la asociación se comprometió a intentar buscarlo y a finales de abril de ese mismo año La Palomera presentó a la Delegación de Salud e igualdad la disposición de terrenos para que pudieran efectuar las obras que la zona tanto necesita y tan insistente y pacíficamente ha pedido.
Concluyeron los vecinos que se concentraron que “es el momento de exigir y gritar que, aunque estemos en la periferia, nuestros pequeños también necesitan pediatra y nuestros mayores tienen derecho a un centro cómodo que les compense los sinsabores que la vida les ha deparado. Se va acercando la hora de exigir a los políticos que cumplan que para eso cobran. Necesitamos respuestas cortas, sensatas, precisas y, a ser posible, pronto”.
Los vecinos no han pasado por otras reivindicaciones. “A este barrio se le prometió, para los terrenos entre Calasancio y el campo de fútbol, una piscina, amplia zona verde y un boulevard que uniera Donantes de Sangre con Peñarroya-Pueblonuevo. Se nos afirmó que el Ayuntamiento debería dar uso a la parcela de su propiedad, junto a Calasancio, antes de que la propiedad del Colegio, que ha abierto una puerta de entrada a esos terrenos, reclame un derecho de paso por su uso continuado en el tiempo”. Agregó que “podríamos hablar de las promesas de iluminar esta cantera de Deán Francisco Javier que utilizamos como aparcamiento, del agostamiento de la fuente de la Palomera, del corte del camino al puente de hierro, de las restricciones e intentos de cortar el camino hacia la fuente por el que permanentemente tenemos que seguir luchando”.
