De aquí a un mes, es decir, "antes de la Navidad, seguro", es el plazo que han dado a este periódico los operarios de la empresa malagueña Cubarge que están actuando ahora mismo en la Plaza de Cristo de Gracia, cuya primera fase ya ha finalizado y ha dado pie a la segunda y más complicada de todas. De cumplirse, eso implicaría un jugoso recorte sobre el plazo inicial previsto para esta actuación y que se había establecido para el 31 de diciembre, con el último suspiro del año en vigor.
Desde luego, las obras parecen ir a buen ritmo y los vecinos empiezan a intuir cómo puede quedar la zona después de esta obra ubicada al final de la Ronda del Marrubial. Incluso hay algún apunte de cómo va a ser parte del mobiliario, como algunas farolas que ya están en el lugar. Como se ha apuntado antes, el lateral sur de la Plaza ya se ha terminado, que afectaba al espacio entre María Auxiliadora y la salida a la Avenida de Barcelona, y ahora, precisamente, es la calle por la que acceder al centro entrando desde la Ronda del Marrubial.
Por ello, en esta segunda fase, correspondiente al lateral norte, se corta el acceso a Cristo de Gracia hasta la calle María Auxiliadora y se aprovecha el primer tramo ya remodelado para el tránsito de vehículos con la idea de buscar alternativas a los cortes previstos: la salida de la calle Frailes y el acceso a la calle Horno de Aguas.
Ese tramo ya arreglado servirá ahora para conectar con María Auxiliadora, mientras que la salida actual de la zona Costanillas-Montero se llevará a cabo a través de la calle Jesús del Calvario, que que ha cambiado el sentido de circulación hacia la Plaza de San Lorenzo. La otra calle que también ha modificado su sentido es Queso, a fin de poder facilitar su acceso y el de la calle Horno del Agua desde María Auxiliadora.
La calle Frailes, con estas obras, se va a quedar como fondo de saco con un único acceso que actuará de entrada y de salida desde la Plaza de San Juan de Letrán.
La adjudicataria, Cubarge, de Torremolinos, está ejecutando estas obras por 279.528 euros, en un plazo inicial de dos meses y medio, que, como se ha señalado al inicio, podría reducirse en casi diez días, si el tiempo no lo impide.
