Un comunicado de la Plataforma Córdoba Aire Limpio señala que las "auténticas intenciones de la empresa Cementos Cosmos es convertir el horno de su cementera en una incineradora generalista", ya que la multinacional brasileña a la que pertenece, Votorantim, "sigue con su escalada de incremento de sustitución de combustible convencional por los denominados 'alternativos', que no son otro que la utilización de residuos diversos como fuente energética".
Según la Plataforma, la última solicitud de la cementera fue el pasado 19 de diciembre de 2017 a la Delegación de Medio Ambiente de la Junta en Córdoba, que les ha autorizado la ampliación del porcentaje de sustitución del combustibles convencional por residuos, del 30% al 44’9%. Para el colectivo verde, si se analiza la trayectoria de Cosmos, se comprueba que se ha producido una "escalada calculada" en materia de permisos, ya que, a la incineración de residuos de basuras mezcladas (algo que negó públicamente que hacía la empresa en 2007), plásticos agrícolas (ya han conseguido hacerlo extensible a todo tipo de plásticos); lodos de tratamiento de aguas residuales urbanas y neumáticos fuera de uso, lo que ya están haciendo desde 2016, con posterioridad han pedido incinerar los denominados CDR (combustibles derivados de residuos), que el 26 de agosto de 2016 les fue autorizado, "y el 2 de noviembre de 2016 solicitaron el uso de sus instalaciones para la destrucción de sustancias estupefacientes que, aunque inicialmente se les ha negado, un Informe de la Delegación les ha dejado la puerta abierta a que consigan la licencia".
La Plataforma insinúa que las modificaciones no sustanciales ni siquiera llegan a oídos del Ayuntamiento
Así pues, de manera sucesiva y por medio de las denominadas modificaciones no sustanciales, que no trascienden al público en general, la multinacional Votorantim "irá incrementando el número de residuos a quemar y el porcentaje de sustitución hasta llegar al verdadero desiderátum de este tipo de empresas que es la cremación", añade la nota.
En opinión de la Plataforma, esas modificaciones no sustanciales puede que ni siquiera lleguen a oídos del Ayuntamiento, "como hemos podido comprobar con las licencias otorgadas a Recicor".
Finalmente, se reseña que en la última autorización, como en todas las otorgadas, se indica que "la resolución de modificación no sustancial no exime a su titular de la obligación de obtener las demás autorizaciones, permisos y licencias que sean exigibles de acuerdo con la legislación vigente, y en particular las que, en su caso, deba otorgar el Ayuntamiento, de acuerdo con lo establecido en el artículo 17.1 de la Ley 7/2007, de 9 de julio de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental". Se trata, en palabras de la Plataforma, de disposiciones legales "que la cementera Cosmos está reiteradamente incumpliendo desde 2016, al estar incinerando residuos sin las preceptivas autorizaciones municipales, lo que pone de manifiesto la prepotencia y el desprecio con el que las multinacionales tratan a los gobierno locales".
