Queda menos para la Magna y los comerciantes se disponen para ella sin planes añadidos. "Esto es como Semana Santa", coinciden todos. Qué quiere decir. Que acostumbrados a tres años en los que la carrera oficial pasa por la Mezquita-Catedral nada parece sorprenderlos. Están, en suma, preparados.
"Nosotros nos libramos un poco porque esta ele queda libre", nos indica Jesús Maldonado, gerente del bar Santos. Es cierto que la otra es un tapón, pero es retomar un día lo que vivimos en Semana Santa. Para Maldonado en ese sentido el primer año en el que la carrera oficial pasaba por la Mezquita fue problemático, pero los ajustes realizados en los siguientes solucionaron los errores. El Santos no tendrá ninguna oferta especial ese día.
Acostumbrados al bullicio de turistas y más en esta temporada alta de septiembre, tanto Inma Alcalá, de Souvenirs Alcalá, como Rocío Díaz, de Extra Virgen, no han visto necesidad de ofrecer tampoco nada especial para La Magna. Bastante tendrán con la acumulación de gente que a veces puede ser un hándicap, como comenta Díaz: "En ocasiones con tanta gente los comercios quedan tapados y la propia cantidad de personas se convierte en un obstáculo para la venta con tanto movimiento". Alcalá, también habituada a un casco histórico cada vez con más turistas y eventos, ve muy positiva La Magna: "No tenemos industria, y el turismo es lo que da de comer a esta ciudad, así que quien se queje...que se queje". En ese sentido, la responsable de la tienda de souvenirs cree que aquel que se queja por esto "se queja por todo, y si es religioso más".
Sí que se han quejado los miembros de la asociación de vecinos La Axerquía. Su presidenta, Juana Pérez, considera como portavoz de dicha asociación que "lo consideramos un abuso en cuanto a ocupación de la vía pública". Pérez equipara el acto de La Magna a otras actividades multitudinarias que considera en esa línea de abuso, y ha puesto como ejemplo reciente Río Mundi. "Ahora con La Magna nos cortan todas las entradas al casco histórico". La Axerquía extiende sus protestas a la sucesión de actividades multitudinarias concentradas en la misma zona.
La asociación La Medina, en la que se combinan vecinos y comerciantes, pues muchos de sus miembros tienen también negocios en la zona, se prepara para La Magna "con mucha filosofía y mucha paciencia", como señala su presidenta Lourdes Martínez. "Entendemos que es un día especial y unas horas, estamos tranquilos porque estamos informados y sabemos que la seguridad en todos los aspectos está muy bien organizada". Martínez indica que llevan tres años con la Semana Santa en la Judería y están completamente de acuerdo: "El 90% de los negocios de la zona vive de esto". Para la presidenta de La Medina, "hay que hacer críticas constructivas, hay muchos eventos, y no sólo religiosos, que cortan el paso o provocan aglomeraciones, y debemos convivir con eso".
