El comité de empresa de Aucorsa ha denunciado en un comunicado los actos vandálicos y la situación de inseguridad que viven los conductores en el desempeño de su labor, particularmente en zonas del Barrio del Guadalquivir y Las Palmeras donde sufren agresiones, disparos y amenazas de todo tipo. Por eso, el comité de empresa de Aucorsa ha exigido a la dirección que adopte las medias oportunas y urgentes para acabar con esta situación, o, como mínimo, paliarla antes de que pase algo indeseable para todos. En este sentido, el comunicado ha apuntado que "hay soluciones y no las quieren aplicar, como vigilantes de seguridad, videocámaras o mamparas", a la vez que han añadido que "queremos una solución inminente".
Además, explica el comité, el gerente, Juan Antonio Cebrián, tiene ya conocimiento de lo que está ocurriendo y lo único que ha hecho es, concretamente en la línea 8, enviar a inspectores para que vigilen la zona y llamen a la Policía si se presentase algún problema. Una práctica que rechazan los trabajadores, porque no son vigilantes de seguridad y lo único que se va a conseguir es que sean ellos las víctimas de esta situación límite en la que se encuentran.
Así, especifica el comunicado, en la línea 6 a su paso por el Barrio del Guadalquivir, se produjo el pasado sábado por la tarde un nuevo incidente cuando "un desalmado o inconsciente, por los daños personales que podía haber ocasionado, ha disparado dos tiros con una escopeta de perdigones a un autobús que estaba realizando la parada de la calle Libertador Lázaro Cárdenas con usuarios en su interior", ha reseñado, a la vez que ha añadido que en esta ocasión,afortunadamente, tan sólo ha habido daños materiales.
Y no ha sido éste el único altercado, puesto que la semana anterior, por la misma zona, bombardearon los cristales de la ventanilla del conductor con huevos rellenos de pintura. "Lejos del perjuicio que pudieron hacer, hay que resaltar el mal rato que hicieron pasar al compañero, porque en ese instante no sabía ni lo que le estaban tirando, ni de donde procedían los fuertes impactos que recibió en los cristales llegando a pensar que era un caso de apedreamiento".
Asimismo, en otra zona de Córdoba, Las Palmeras, "hay que resaltar que con mucha frecuencia la línea 8 se está convirtiendo casi a diario en un foco de conflictos, con comportamientos incívicos y vandálicos, sufridos tanto por los conductores como los propios usuarios".
De hecho, señala el comité de empresa, se han dado casos como "obligar violentamente a parar el autobús cortándole el paso, forzando las puertas del vehículo para subirse e, incluso, llegar a tirar bolsas de basura dentro". Asimismo, el comité enumera un sinfín de hechos como amenazar a conductores con pincharle cuando lleguen a Las Palmeras por no haberle abierto la puerta fuera de parada, en pasos de peatones o donde a ellos les ha apetecido, peleas dentro del bus, apedrear cuando salen del barrio, chavales que se niegan a pagar y no pueden hacer nada porque les amenazan. Los conductores "ya no sienten tensión, sino miedo cuando alguno de los compañeros tienen que realizar el servicio de la línea 8 y sobre todo en el turno de tarde-noche".
