Gastronomía y turismo

El Rey celebra el almuerzo de su promoción militar en la Taberna Pataya

La comida fue típicamente cordobesa, con salmorejo, flamenquín o milhojas de rabo de toro y vinos de Montilla-Moriles
Rey en Córdoba
photo_camera El rey Felipe VI con los camareros de la Taberna Porta Gayola de Córdoba

Ayer fue un día normal en la Taberna Pataya, en pleno corazón del Centro de la ciudad, salvo por un detalle. El salón inferior estaba casi completamente ocupado por un almuerzo muy especial. Por lo menos 72 militares se habían dado cita en Córdoba para almorzar en lo que es su encuentro anual, ya que todos ellos forman de la misma promoción de la Academia General Militar de Zaragoza entre 1985 y 1988. Cada año eligen un sitio diferente de España y en esta ocasión le correspondió a Córdoba.

Y entre ellos, estaba el rey Felipe VI, destacando entre los comensales merced a sus 1,97 metros de altura, por lo que era imposible que pasara desapercibido.

El Rey

El responsable del restaurante, Andrés Avilés, ha asegurado que ese día "trabajamos como un día normal y corriente, con lo que nuestros clientes se llevaron una muy agradable sorpresa al ver al Rey allí comiendo junto a ellos en un almuerzo privado".

Eso sí, la mayor discreción posible porque no dejaba de ser una comida privada entre amigos y así se lo solicitaron cuando uno de los miembros de la promoción llamó en su día para reservar sitio, quien conocía de la taberna "por un conocido de ambos".

El Rey 2

La comida fue típicamente cordobesa. Hasta el punto que no faltaron ni el salmorejo de la casa, ni el flamenquín, amén de una excelente ensaladilla de gambas y un sabroso milhoja de rabo de toro. Todo ello sabiamente regado con vinos de Montilla-Moriles, además de tintos, antes de abordar como postre un pastelón cordobés.