Tras haber sido los primeros en aterrizar (después del alcalde, José María Bellido, que todo hay que decirlo) en el Ayuntamiento; de limpiar concienzudamente el espacio que les había correspondido en proporción a sus representación lograda en las urnas y de habilitarlo a sus necesidades; después de haber comprobado el funcionamiento de los ordenadores que les había correspondido, además de conocer el funcionamiento de los teléfonos que había en su despacho, finalmente hoy mismo han sido desahuciados.
Cristina Pedrajas, que había sido alcaldable para las municipales de Podemos y hoy es la portavoz del grupo municipal morado, así como Juan Alcántara, su segundo de a bordo, se han pasado la mañana volviendo a habilitar su nuevo despacho, que no es otro que el que tenía Ciudadanos durante los últimos cuatro años. Un espacio sin ventanas y completamente cerrado, mientras que el anterior, el que tenía Unión Cordobesa, más pequeño, pero con un par de magníficas ventanas que miran al Templo Romano que cohabita con la sede consistorial, ha sido la opción elegida por Vox.
Y como el cambio no sentado bien a los de Podemos, así lo han dado a entender colocando en la puerta de su antiguo cubículo un cartel de Stop Desahucios. "Es un cuchitril", ha estimado Pedrajas, "que no se lo deseo ni a ellos ni a nadie". Y por esa razón parece que ambas formaciones, Podemos y Vox, las dos nuevas caras del Plenario cordobés, parecen haber llegado a un acuerdo.
"Hamos quedado en cambiar cada seis meses los despachos", ha señalado la portavoz.
Ora cosa es que se vaya a cumplir, porque supondría ocho intercambios durante todo el mandato.
Entre tanto, el pasillo donde se encontraba IU y Ganemos Córdoba mostraba una imagen un tanto caótica esta mañana, con gran cantidad de ordenadores, carpetas y teléfonos dispuestos para trasladarse hacia sus nuevas ubicaciones. Es de esperar que para finales de la semana todo estará definitivamente en su sito.
