El arquitecto de la Gerencia de Urbanismo (GMU), Juan Murillo, ha calificado a las pintadas del Marrubial como el acto vandálico más grave que se ha realizado contra el patrimonio histórico cordobés. Murillo se ha desplazado esta mañana hasta el Jardín de los Poetas acompañado de otros miembros del organismo municipal para evaluar los daños producidos y proceder a la realización de un informe cuyo proceso tendrá diversos pasos. Primero irá a los servicios jurídicos de la propia GMU para materializarse más tarde como denuncia ante la fiscalía, considerándose entonces como delito contra el patrimonio.
Murillo ha realizado fotos de la pintada, y también de otras cercanas, diferenciando ambos actos, unos como vandalismo ordinario, otros como delito contra el patrimonio. "Por esto se les puede caer el pelo", ha detallado. ¿Hay algún atentado de este tipo a la altura de su gravedad? Este arquitecto considera que en segundo lugar estarían las caras de la muralla de Almodóvar, que la dañaron levemente pero sobre todo porque la gente las arrancaba. Estas caras fueron colocadas por uno o varios anónimos, pues aún no han sido identificados, en junio del año pasado. En comparación con las pintadas del Marrubial fueron una acción leve.
Los miembros de la GMU desplazados al Jardín de los Poetas se han sorprendido por la desfachatez de los vándalos, pues casi con toda seguridad las pintadas fueron realizadas en la noche del domingo, pero no precisamente a horas intempestivas. En algunos grupos de Facebook ya aparecían fotos de las pintadas realizadas por vecinos o transeúntes poco después de la medianoche, y ya concluidas, por lo que indudablemente los gamberros las hicieron bastante antes. La aparición de diversas firmas dentro del texto del graffitti muestra que fueron varios los autores que colaboraron en esta acción.
Por su parte, el concejal de Urbanismo, Salvador Fuentes, ha declarado con respecto a las pintadas que "es absolutamente impresentable, no hay palabras para calificar eso". El también presidente de la GMU ha recordado el esfuerzo económico y arquitectónico que costó la reciente remodelación de este lienzo de origen almorávide para concluir que un acto así le parece "impropio de una ciudad civilizada".
Fuentes, que asistía hoy a la rehabilitación del arco del Portillo, ha pedido también que si hay algún testigo que lo denuncie.
