10 de octubre: Día Mundial de la Salud Mental

Piden datos fiables y concretos sobre salud mental en Córdoba para mejorar los recursos

Asaenec, la Asociación de Allegados y Personas con Enfermedad Mental de Córdoba, denuncian la falta de datos concretos sobre salud mental y reclaman que los criterios entre comunidades autónomas y Gobierno de España en materia de diagnóstico del Trastorno Mental Integral se unifiquen. Igualmente reclaman la obligatoriedad de llamado Programa Individualizado de Tratamiento
Susana Luque, presidenta de Asaenec
photo_camera Susana Luque, directora y asesora jurídica de Asaenec

La Asociación de Allegados y Personas con Enfermedad Mental de Córdoba (Asaenec) ha pedido a las autoridades sanitarias de nuevo, y dentro del Día de la Salud Mental, que se pongan en marcha estadísticas fiables y pormenorizadas sobre salud mental en Córdoba. Se trata de una reivindicación de años no sólo en la ciudad o la provincia, sino a nivel autonómico y nacional. Actualmente la estadísticas de las unidades de salud mental comunitarias no sólo atienden a personas que padecen un enfermedad mental, sino también a personas con autismo, Alhzehimer o alteraciones de conducta junto a retraso mental. Así lo ha detallado la directora y asesora jurídica de Asaenec, Susana Luque. "Se mezclan cuestiones que nada tienen que ver con la esquizofrenia, el trastorno bipolar, psicosis o trastorno límite", ha declarado Luque. "Desde nuestro punto de vista los motivos están relacionados con que no se quieren mostrar ciertos datos alarmantes debido a que se tendrían que asignar recursos".

Ayer por ejemplo la Junta de Andalucía ofrecía una serie de estadísticas acerca de que los profesionales de la Unidad de Salud Mental del hospital atendieron durante el pasado año a unas 172 personas en Hospital de Día, realizando más de 28.000 intervenciones terapéuticas. En esas intervenciones se engloba todo lo comentado por la directora de Asaenec. La Junta continúa indicando que la actividad de consultas de las Unidades de Gestión Clínica de Salud Mental de Córdoba del año 2018 muestra que cerca de 17.000 personas fueron atendidas, generando más de 81.000 consultas. Y volvemos a lo mismo, no hay concreción porque esas cifras incluyen a enfermedades mentales y otras que pertenecen a clasificaciones dispares. El resultado es la ignorancia en materia de afectados y la enfermedad en concreto que les afecta, algo indispensable tanto para poner en marcha proyectos específicos de atención como para estudiar la materia. Actualmente esas estadísticas oficiales equivalen a un cajón de sastre. Según Luque las razones que reciben de la Administración para evitar ofrecer datos basados en el criterio diagnóstico es que la evaluación de los pacientes mentales y su clasificación en categorías evoluciona al pasar por distintas fases y además está muy ligada al criterio personal del médico en cuestión. Para los responsables de Asaenec son excusas y demandan una mayor transparencia.

En Córdoba hay tres unidades de gestión clínica en salud mental: Reina Sofía, unidad de gestión clínica Norte e Infanta Margarita (Sur). Cada una tiene directores diferentes. Luque ha detallado que cuando piden datos se los ofrecen en Reina Sofía, en la unidad Sur suelen remitir a su página web, que está anticuada en algunas cifras y que no suelen ser atendidos en cuanto a esta petición por parte de la unidad Norte.

Distintos criterios entre regiones y el Ministerio

El  Trastorno Mental Integral (TMG) es un criterio de clasificación que difiere entre autonomías y el Ministerio de Sanidad. El concepto de TMG del Ministerio es más amplio en incluye trastornos que no se engloban en Andalucía, como el trastorno antisocial de la personalidad, el trastorno histriónica, el trastorno narcisista o el trastorno por evitación. Desde Asaenec demandan que los criterios se unifiquen y que tiendan al que consideran más completo del Gobierno, puesto que además desde la asociación detectan que los trastornos de la personalidad son cada vez más comunes, van en aumento y muchos de ellos tienen un complicado tratamiento. Qué ocurre, que "una persona que no está calificada de TMG tiene muchas dificultades para acceder a los recursos sociales", ha detallado la presidenta de esta asociación cordobesa. Y hay más. Esa clasificación de TMG requiere de ciertas características, entre ellas un patrón de relaciones gravemente alterado, comportamientos inadecuados, afectividad inapropiada y percepción distorsionada de la realidad. Eso significa que la persona catalogada como TMG ya está en un estado muy grave. En resumen, los pacientes que llegan a obtener con facilidad esos recursos sociales ya están tremendamente afectados por la enfermedad. Asaenec pide que que lleguen esos recursos antes, sobre todo en el caso de los trastornos de la personalidad, como indicamos de difícil tratamiento psiquiátrico pero que desembocan desde muy pronto en enormes problemas familiares o legales. 

Actualmente en Córdoba se tienen 1.398 casos de TMG certificados por Asaenec, aunque las cifras corresponden a las unidades de gestión clínica del Reina Sofía y el Sur. Faltan los del Norte por los problemas de información anteriormente comentados. Esos casos certificados corresponden al pasado año. "Así es muy difícil elaborar un mapa rigurosos de la enfermedad mental", ha añadido Luque.

El Programa Individualizado de Tratamiento o PIT

Asaenec también reclama la obligatoriedad del Programa Individualizado de Tratamiento, llamado PIT en siglas. Se trata de un primer diagnósticos con sus objetivos terapéuticos. Al contar con ese diagnóstico y esos objetivos, el PIT se convertiría en fuente primordial para el estudio estadístico y la recopilación de datos. Al no serlo se pierde esa valiosa información. "Es un protocolo de tratamiento que se le abre a un paciente, pero hay psiquiatras que no lo hacen".

Los trastornos de la personalidad

Ante el aumento de este tipo de trastornos que no se consideran propiamente enfermedad mental, Asaenec pide que empiecen a tomarse con la adecuada consideración, puesto que producen graves conflictos familiares, laborales e incluso sociales (gran parte de los reclusos suelen estar afectados por algún trastorno de la personalidad). Ante ello los responsables de esta asociación piden que se incremente la atención a estas personas y sobre todo la prevención.