Finalmente, un 75,08 por ciento de los cordobeses y cordobesas se han acercado a sus colegios para participar en este encuentro con las urnas, lo que supone un importante incremento con respecto a las últimas generales de 2016, cuando la participación llegó al 69,42 por ciento.
Las constantes llamadas a la participación, la división y polarización cada vez mayor del voto en dos bloques y quizá por parte de la izquierda (la abstención siempre ha sido negativa para este espectro de la política) la necesidad de frenar la llegada de algunos extremismos de derechas parecen haber sido determinantes en una provincia que, por el momento ha optado por apoyar al PSE.
En este sentido, al 42% el PSOE se lleva tres escaños de Córdoba, el PP uno, Ciudadanos otro y Unidas Podemos el sexto en liza.