Emma tiene desde hace dos meses nueva vida. Este bebe que en junio cumplirá un año nació con un atresia biliar, una enfermedad que obstruye los conductos que transportan la bilis desde el hígado hasta la vesícula biliar. La única opción para mejorarle su calidad de vida era el trasplante de un hígado por parte de un donante vivo, en este caso, su ángel de la guarda ha sido, su tía Ana. El caso de la pequeña Emma tiene la peculiaridad de que es el primer trasplante hepático que se realiza a un bebé por laparoscopia, una cirugía mínimamente invasiva y que permite una pronta recuperación del paciente.
Con tan solo 38 días de vida a Emma se le diagnosticó atresia biliar. Según explica Maribel Rodríguez, madre de la pequeña, “Emma estaba muy inflamada y amarillita, incluso al principio pensaron que podía ser ictericia”, además, “no tenía apetito porque su digestión era más lenta”. Cuando le detectaron su problema, “nos dieron la opción del donante” y ya que tanto el padre como la madre eran incompatibles, los tres hermanos de Maribel se ofrecieron, siendo Ana, de 35 años, la única compatible. Pese a que se les informó que se trataba de la primera vez que se iba a realizar una intervención pionera “nos dio igual” explica Maribel, ya que la confianza en el equipo médico del Reina Sofía era plena. Tras la intervención, cuenta Maribel su hija ”está super bien y además de un hígado parece que le han dado un estómago nuevo porque come estupendamente”. Esta familia es de Sevilla, y desde que operaron a la pequeña Emma han estado viniendo a Córdoba una vez por semana para su revisión, ahora ya las revisiones será cada mes.
Su hermana Ana, es en parte también la protagonista de esta historia. Tras conocer la opción de la donación, dice que no se lo pensó. La experiencia de Ana Rodríguez como donante es muy positiva y que “lo volvería a hacer 1000 veces más”. La donante ha animado a todo el mundo a hacerse donante pues “los beneficios se tienen de por vida” y en su caso “la recompensa recupera los perjuicios”. Desde hace dos meses, su pequeña sobrina lleva dentro un 20 por ciento de su hígado.
Esta intervención es la primera que se realiza en un trasplante hepático de vivo a un bebé usando cirugía laparoscópica para extraer el órgano del donante. El director del programa de Trasplante Hepático del hospital Reina Sofía, Javier Bricelo, ha explicado que hace falta mucha experiencia en esta técnica, y aún más en este caso al que ha comparado con “un triple salto mortal” ya que la manipulación del cirujano se hace desde fuera del cuerpo. Además ha señalado que el hígado es un órgano muy vascular y por tanto se necesita de mucho entrenamiento y también de mucha formación. Las dos intervenciones necesarias, tanto la de extracción como el implante del segmento de hígado, tuvieron una duración de 11 horas de trabajo en un equipo de profesionales de 25 personas distribuidos en dos quirófanos.
El consejero de Salud de la Junta de Andalucía, Aquilino Alonso, ha explicado que el Hospital Reina Sofía se inició en el campo de la cirugía hepática por laparoscopia en el año 2013, desde entonces el 30 por ciento de las operaciones de hígado se han llevado a cabo mediante esta técnica. Alonso ha añadido que el hospital cordobés es referencia nacional en trasplantes hepáticos y desde el año 1960, fecha en la que se llevó a cabo la primera intervención, se ha realizado un total de 166.
