Para patinetes, ruedas o hoverboards

El Ayuntamiento estudia el borrador de la DGT para la nueva movilidad urbana

La Ordenanza de Movilidad está ya elaborada y únicamente tiene que adaptarse al reglamento nacional

Patinete eléctrico en vía urbana
photo_camera Patinete eléctrico en vía urbana

La Ordenanza de Movilidad del Ayuntamiento de córdoba, en la que se hablará de la circulación de bicicletas y otros elementos novedosos a motor o sin motor, verá la luz antes de que finalice el mandato, ya que, a pesar de que se tiene prácticamente elaborada, previamente tiene que adaptarse al nuevo reglamento de la Dirección General de Tráfico (DGT) de adaptación a las nuevas circunstancias y modos de moverse por las ciudades y cuyo borrador llegó al Ayuntamiento de Córdoba el pasado día 30 de enero. Es decir, que está calentito y recién salido del horno.

Según ha explicado el edil de Movilidad y Educación, Andrés Pino (PSOE), "tenemos que estudiarlo para poder aplicarlo a las circunstancias de Córdoba, y la idea será darle validez aquí, incluso antes de que en verano próximo salga el reglamento de la DGT aprobado definitivamente, porque la variación entre el borrador y la norma definitiva será muy pequeña, y en cualquier caso sería cuestión de hacer modificaciones si fueran muy necesarias a posteriori".

En esa Ordenanza se va a tratar de definir con la mayor claridad posible qué son y cómo se consideran los vehículos nuevos para desplazarse por la ciudad que han ido saliendo en los últimos años, tales como los  'hoverboards' (con o sin mástiles o manillares), las bicicletas eléctricas, los patines, patinetes eléctricos (también llamados 'e-scooters'), los 'chopper', ruedas, carts o, incluso, tablas de surf (que en Córdoba aún no se han visto, pero que acabarán llegando).

La nueva movilidad urbana

Una vez conocidos y cuáles son sus características de desplazamiento, se trata de determinar por dónde pueden circular y por qué zonas no pueden, a qué velocidad, si requieren de uso de casco o de papeles (como las motocicletas), si también deben de pagar impuesto de circulación (no dejan de desgastar el asfalto, los carriles-bici o las aceras como el resto de vehículos) y, sobre todo, la responsabilidad de quienes los manejan en caso de accidente.

Eso conllevará, como no podía ser de otro modo, una fórmula que incite a su cumplimiento, que bien podría limitarse a entender que la convivencia en la calle es necesaria por la salud y el bienestar propios y el de los demás, pero que siempre ha requerido de amenazas de castigo para quienes se niegan a cumplir las normas. Habrá, por tanto, sanciones.

El único avance que realizó el edil sobre la Ordenanza cordobesa es que para los adultos que vayan en bicicleta (sin motor) sigue sin ser obligatorio el uso del casco, como sí lo es para los ciclistas menores de edad.