LUCHA CONTRA EL CORONAVIRUS

Nacer en tiempos del coronavirus: tres kilos y 45 gramos de esperanza para todos

Durante estos días y en la actual situación, cada bebé supone una dosis doble de ilusión
La madre, Aurora Trapero Luque, el pequeño Enrique Granados Trapero y el padre, Enrique Granados Trillo
photo_camera La madre, Aurora Trapero Luque, el pequeño Enrique Granados Trapero y el padre, Enrique Granados Trillo

Algún día sus padres, Aurora Trapero y Enrique Granados, tendrán que explicarle al pequeño Enrique Granados Trapero por qué su nacimiento no contó con una habitación atestada de gente, con unos padres sobrepasados por las visitas, con obsequios que ni había tiempo de mirar y constantes entradas y salidas en un vaivén que muy lejos está del recomendable descanso que ha de tener una mujer que acaba de dar a luz. También tendrán que contarle por qué ese agobio daba paso a una verdadera incertidumbre por las circunstancias y sobre todo por qué a la esperanza que trae consigo todo bebé se le añadía una mayor. Nacer en tiempos del coronavirus implica doble dosis de ilusión. Una para los padres. Otra, en este caso, para todos los cordobeses confinados en sus casas y también para aquellos que tienen que seguir sus trabajos exponiéndose al contagio.

Esta esperanza en concreto se podía determinar: Tres kilos y 45 gramos que en estos momentos valen -como se dice coloquialmente- su peso en oro, como el de todos los bebés que están naciendo estos días en la ciudad. A pesar del estado de las cosas el padre se lo ha tomado con excelente humor, especialmente lo de estar solos en la habitación del Hospital Quirónsalud Córdoba, donde ayer fue practicada una cesárea programada de antemano. Se podía considerar un acompañante, pero la situación lo desaconsejaba. La pareja y su hijo están solos. Han sorteado el aluvión de visitas de familiares que muchas veces tan mal hace a la madre. Así nos lo cuenta Enrique Granados con varios detalles humorísticos que nos pide no saquemos. Por esta vez seremos buenos, el regalo por el alumbramiento del CÓRDOBA HOY.  

Los importante es que todo ha ido bien. Pero, ¿cómo están las cosas? Granados indica que todo tranquilo, incluidas las urgencias: "está pasando lo que se lleva pidiendo toda la vida, que una urgencia sea para una urgencia, y ahora está todo el mundo concienciado".

Al margen de las medidas adecuadas de higiene, profilaxis y desinfección que pueda tener el hospital, los padres están ataviados con las clásicas batas, aunque algunos visitantes o pacientes llevan mascarillas o guantes. También hay para los pacientes libertad de movimientos dentro de las medidas sanitarias establecidas. "Nos dijeron que debíamos estar aquí tres o cuatro días, pero tal y como está la cosa no se si nos mandarán antes a casa", explica Granados.

Por lo demás, "todo perfecto, el niño se enganchó al pecho y, eso sí, la madre se ha tenido que quedar con él encima toda la noche porque lloraba en la cuna, ya iremos probando".

Algún día sus padres, Aurora Trapero y Enrique Granados, tendrán que explicarle al pequeño Enrique Granados, cómo después de una inusualmente tranquila habitación, y tras pasar todos algo llamado "confinamiento", se les llenó la casa de gente durante días con todo el acumulado que no fue al hospital. Dejemos que crean que se han librado. Se han librado...de momento.