Esta mañana ha tenido lugar la presentación la obra 'Libro Primero de las Ordenanzas Municipales', que recoge una serie de ordenanzas de distintas fechas que, según explica Manuel González Jiménez, catedrático emérito de Historia Medieval de la Universidad de Sevilla y uno de sus autores, tenían que salir a la luz por que son "joyas de Córdoba". El resto de participantes en su elaboración han sido Ricardo Córdoba de la Llave, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Córdoba; Javier López Rider, investigador contratado del Área de Historia Medieval de la Universidad de Córdoba; Teresa Criado Vega, doctora en Historia Medieval por la Universidad de Córdoba, y Antonio María Claret García Martínez, profesor titular de Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad de Huelva.
El libro ha sido editado por la Sociedad Española de Estudios Medievales (SEEM) y contiene una transcripción completa del Primer Libro de Ordenanzas conservado en el Archivo Municipal de Córdoba, que recoge las ordenanzas elaboradas por el concejo de la ciudad durante los siglos XIV y XV.
El acto lo ha presentado el delegado de Presidencia y Políticas Transversales del Ayuntamiento, David Luque Peso (PSOE), que explica con orgullo que se trata de "una obra que desde el punto de vista histórico es importante pero desde el punto de vista cultural hace que nos reconozcamos y que sepamos algunas cosas más de dónde venimos". Por ello, ha querido felicitar al grupo de investigación que ha trabajado sobre la puesta en valor y la traducción del libro.
González Jiménez ha asegurado que fue una sorpresa encontrarse con el volumen primero de ordenanzas municipales de Córdoba que se había copiado durante el reinado de los Reyes Católicos con un cierto desorden. "Nos encontrábamos ante un texto extraordinario, no sólo por su belleza formal, que la tiene, con esas capitulares bonitas, ese rojo de los títulos, esa letra tan bien cuidada, si no especialmente por su rico contenido que considero que es de consulta imprescindible para el conocimiento de la vida municipal y de la economía de Córdoba en el último siglo de la Edad Media", explica. Pero reconoce que su sorpresa fue mayor cuando vio que "casi nadie había aprovechado un testimonio tan excepcional".
