La Junta Local de Seguridad, integrada por el Ayuntamiento, la Subdelegación del Gobierno y las fuerzas de seguridad, acaba de dar el visto bueno a los planes de seguridad y tráfico para la próxima Semana Santa. Tanto la alcaldesa, Isabel Ambrosio, como el subdelegado, Juan José Primo Jurado, han coincidido en afirmar que la ciudad se enfrenta a su "mayor reto" en cuanto a grandes aglomeraciones desde el traslado de la Feria de Mayo a su ubicación actual, hace ya 23 años. Y para asumirlo con garantías, más de 450 agentes de todos los cuerpos se afanarán durante ocho días en garantizar la seguridad de una Semana Santa que este año tiene como principal novedad una carrera oficial que se traslada al entorno de la Mezquita-Catedral.
Como es lógico, la Policía Local es el cuerpo más numeroso. Los 400 agentes de la plantilla se han dividido en dos grupos, uno desde el Domingo de Ramos hasta el Miércoles Santo y otro para el resto, de modo que cada día habrá 200 policías locales. Le sigue en importancia la Policía Nacional, que aportará 150 agentes cada día, de los cuales medio centenar estarán siempre en la carrera oficial o en los puntos donde se prevén mayores aglomeraciones, como la Cruz del Rastro, Cardenal González o el cruce entre Ronda de Isasa y el Alcázar. La Guardia Civil, con menos competencias en el interior de las ciudades, se sumará con otros 70-75 agentes, incluyendo agentes de tráfico y la vigilancia de las barriadas periféricas. La Policía Autónomica dispondrá de 50 agentes también cada día, y finalmente hay que sumar los 26 vigilantes privados que aporta la Agrupación de Cofradías y los propios del Cabildo.
En total los números superan los 450 agentes para cada día, y además la ciudad contará con policías especializados en la lucha antiterrorista, ya que el país se mantiene en alerta 4. Y por tanto, "hemos tenido en cuenta la vigilancia de una concentración tan grande y simbólica, y por tanto susceptible de riesgo de atentado", ha dicho el representante del Gobierno.
En la carrera oficial habrá zonas restringidas en las que no se podrá permanecer parado para ver las procesiones, ya que no hay espacio para ello. "El espacio que tenemos es el que hay y no se puede ampliar" en un entorno caracterizado por calles estrechas, ha indicado el concejal de Seguridad, Emilio Aumente. Sin embargo, no se establecerán controles para determinar quién puede pasar y quién no, habida cuenta de que en la carrera oficial también conviven vecinos, residentes de hoteles, trabajadores...
Las autoridades han apostado por pedir colaboración y sensatez a la ciudadanía. La alcaldesa, por ejemplo, considera que "jardines y espacios abiertos" más allá de la carrera oficial son lugares ideales para ver la Semana Santa. Aumente ha abundado en lo mismo al recordar que la Semana Santa está "muy repartida" y que "no puede ser tan estática".
