CADA AÑO SE SUMAN UNOS 500 NUEVOS CASOS

El mal tiempo da una tregua a los alérgicos al polen

Hasta el momento, está siendo una primavera muy suave para las personas que padecen alergia estacional, aunque hasta el próximo 18 de mayo los índices de polen de olivo y gramíneas están en sus niveles más altos

Campo

No todo el mundo está a disgusto con la lluvia que ha estado cayendo intensamente durante esta semana. Para los alérgicos al polen, las precipitaciones han supuesto una tregua en una época en la que las concentraciones de polen por la floración del olivo y las gramíneas se disparan. "Yo por mí, que siguiera lloviendo hasta junio", asegura Lola Castillo, que lleva 20 años padeciendo alergia estacional y afirma que este año está siendo bastante suave. "Yo todavía no me he enterado".

Y es que, como asegura la responsable de la Unidad de Gestión Clínica de Alergias del Hospital Reina Sofía, Carmen Moreno, se están cumpliendo las previsiones de que iba a ser una primavera suave para las personas que padecen esta enfermedad. "Hasta el momento, se está registrando poquísimo, en términos de síntomas", asegura la doctora quien confirma que las lluvias han limpiado de polen la atmósfera y que, a pesar de que ahora con el calor haya más floración, al ser ésta más intensa, durará menos la flor, y también las molestias.

A pesar de esto, la previsión del Grupo de Aerobiología de la Universidad de Córdoba (UCO) en su página web, indica que hasta el próximo 18 de mayo, el nivel de concentración de polen en la atmósfera, en lo referente al olivo y las gramíneas que son las alergias más frecuentes, alcanzan sus niveles máximos.

"Yo casi estoy deseando que llegue ya el verano", cuenta Elisa Barbero, quien lleva toda su vida padeciendo alergia, y no sólo estacional, también a los gatos, los pájaros, los perros y los ácaros del polvo. Pero es en primavera cuando peor lo pasa. Ella asegura que este año no lo está notando y está siendo especialmente bueno respecto a otros, y que lleva ya un mes con el tratamiento para paliar los síntomas que, en su caso, le han derivado en un asma. "El resto del año me da igual, ya no me entero, pero en primavera lo paso fatal".

Una enfermedad crónica

La doctora Moreno afirma que cada año el número de alérgicos al polen se incrementa entre 500 y 700 personas en Córdoba. A pesar de tratarse de una enfermedad que suele banalizarse al llevar ligados síntomas leves, muy frecuentes y conocidos, si la alergia no se trata a tiempo puede derivar en patologías más complejas, como el asma, que, de otro modo, podrían haberse evitado.

DOCTORA MORENO, ALERGOLOGA

Por eso, insiste en la importancia de acudir al médico cuando se sospeche que se puede padecer de alergia para que éste prescriba un tratamiento adecuado que la haga más llevadera. "Hay muchas personas que pueden beneficiarse de la vacunación y otras que con su tratamiento pueden sobrellevar bien los síntomas. Merece la pena tratarse para poder disfrutar de la primavera en una ciudad como Córdoba".

En muchos casos, sin embargo, ni siquiera con el tratamiento se puede disfrutar de esta estación cordobesa por excelencia. Lola Castillo destaca que los medicamentos atenúan los síntomas, pero no los eliminan del todo, por lo que se ve obligada a modificar algunos hábitos "debo evitar ir de patios, ir al campo o salir a correr. Te ves obligada a modificar algunos hábitos, aunque el resto del año no eres consciente de que tienes alergia".

Carmen Moreno recuerda que la alergia es una enfermedad crónica, que va cambiando sus patrones conforme la sociedad se transforma. De hecho, los tramos de edad en los que más casos se registran también se han transformado. Si bien antes se trataba de una patología más frecuente entre adolescentes y jóvenes adultos, ahora cada vez se dan más casos en niños pequeños y personas de edad avanzada.

Así es que ya sabe, si nota que cada primavera sus ojos y garganta le pican, no para de estornudar o la luz le molesta más de lo normal acuda a su médico, porque podría padecer alergia. Si ya lo sabe, paciencia, que en Córdoba la primavera dura poco y el verano puede irrumpir ya a finales de mayo.

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