El miércoles de Feria ha estado marcado esta mañana por las recepciones oficiales. Por un lado, la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) ha recibido la visita de la alcaldesa en funciones, Isabel Ambrosio (PSOE), en su recepción anual en el número 8 de la calle Corredera llamada 'El Capote'. Y no fue la única que estaba allí. También se pudo ver a los nuevos concejales de Vox, Rafael Saco y Paula Badanelli; el más que seguro futuro alcalde, José María Bellido (PP), y también algunos diputados provinciales y futuros concejales de diferentes partidos en la nueva Corporación municipal.
Mientras, en la calle Guadalquivir, los afiliados del sindicato CCOO, tuvieron, igualmente, su tradicional comida de Feria en la caseta 'El Rincón cordobés', a base de paella confeccionada allí mismo bajo la supervisión de la secretaria provincial del sindicato, Marina Borrego.
Pero el plato fuerte se ha cocido en la caseta de la Diputación Provincial, ubicada justo a mitad de la calle Guadalquivir. Allí, ese inmenso espacio ferial se ha convertido durante unas horas en el epicentro de la política provincial, especialmente en el momento en que se encontraron la regidora en funciones y el presidente, también en funciones, de la Institución provincial, Antonio Ruiz.
Un encuentro que ha generado cierto morbo político tras los intensos rumores de los últimos días sobre que Ambrosio podría ser la próxima presidenta de la Diputación. Un cargo desde el tendría una importante gestión en sus manos, en lugar de limitarse a ser la cabeza de la oposición en le Ayuntamiento, con lo que volvería a la pugna por el sillón consistorial tras los próximos cuatro años sin haberse oxidado en materia de gestión. Un futurible que, por cierto, ni se confirma ni se niega, como suele ser habitual, por otra parte.
Por su parte, el pasado lunes, el propio Ruiz, quien se aprestó a hablar de pactos al día siguiente de conocerse los resultados electorales, puso su persona a disposición del partido para repetir en el cargo. Cuestión que hoy mismo ha dado a conocer en su discurso de bienvenida, en el que ha vuelto a recordar que le toca al PSOE seguir trabajando por la provincia, a tenor de lo que los cordobeses y cordobesas han elegido en las urnas de los municipios cordobeses el pasado domingo.
Por allí han pasado por parte de IU Alba Doblas y Amparo Pernichi, que repiten las dos como ediles en el próximo mandato, además del responsable de Organización Provincial, Sebastián Pérez. Todos ellos se mezclaron con total naturalidad con exconcejales de Ciudadanos, como José Luis Vilches, o con diputados socialistas, como era el caso de Maximiano Izquierdo, hasta ahora coordinador del Área de Cooperación con los Municipios y presidente de Provicosa, quien prácticamente ha estado actuando de perfecto anfitrión con sus invitados hasta la llegada de Antonio Ruiz.
La cita estuvo regada con buen vino de Montilla-Moriles, uno genérico de la marca de calidad, en palabras del venenciador de la Denominación de Origen, Francisco José Castro Navarro, quien no escatimó en simpatía a la hora de servir con todo el arte del mundo las copas que se le fueran pidiendo. Por cierto, una delicia de vino, excelentemente elegido para la ocasión, como le recordó tras darle un fuerte abrazo el propio Vilches, quien en su día ejerció como presidente de esta más que noble Denominación de Origen cordobesa.
