SINDICATOS

Un informe de CCOO asegura que cada cordobés tiene, de media, 7,2 contratos al año

El sindicato muestra su preocupación porque la temporalidad ha alcanzado en 2017 al 18,5% de la población

camarero

El informe de “Contratación y Calidad del Empleo en Andalucía 2017” elaborado por la Secretaría de Empleo de CCOO Andalucía pone de manifiesto la precarización del mercado laboral en los últimos años, una precarización que queda patente en el incremento de la contratación a tiempo parcial y que tiene rostro de mujer joven.

El secretario de Empleo de CCOO de Córdoba, Manuel Merino, señaló en rueda de prensa que “los datos de Córdoba relacionados con el paro, el empleo y en general con el mundo productivo o asalariado nos sitúan cada vez más lejos de las medias nacionales, asentándose este crecimiento que hemos tenido últimamente en unos parámetros mucho más precarios que antes de la crisis”.

Así por ejemplo, mientras el PIB ha crecido en los últimos tres años por encima del 3%, lo que debería influir en la creación de empleo, en Córdoba este aumento se traslada en “un escaso crecimiento del empleo y un notable empeoramiento de las condiciones de éste, un empleo muy precario, con una contratación temporal en aumento”, dijo Merino.

Córdoba es una de las provincias que tienen más paro a nivel nacional, con 96.000 personas desempleadas según los datos de la EPA del segundo trimestre del año, lo que supone una tasa de desempleo del 25,63%, 10 puntos por encima de la media española. En cuanto a la tasa de temporalidad la provincia se sitúa en el 33,6%, 8 puntos por encima de la española. De esta forma, cada cordobés tiene al cabo del año, de media, 7,2 contratos, por encima de la media andaluza y española.

“Quizá el dato más alarmante que demuestra el deterioro del mundo del trabajo en la provincia es la evolución del contrato a tiempo parcial”. Mientras en 2007 el 12,6% de la población asalariada tenía jornada parcial, en 2017 esa cifra alcanzaba al 18,5% de la población. “Han sido las dos últimas reformas laborales, especialmente la última, las que han permitido que una parte importante del empresariado haya sustituido el empleo indefinido por temporal y, especialmente, a tiempo parcial”, recalcó el responsable sindical.

Aunque el porcentaje de contratos a jornada parcial en 2017 fue inferior a la media andaluza y española (un 23,2% en Córdoba frente al 31,1% de Andalucía y el 34,7% de España), esta cifra no es tan positiva como podría pensarse y se debe, según explicó el secretario de Empleo, al modelo productivo de la provincia, con un fuerte peso de las campañas agrícolas. “Nadie se imagina en una campaña agrícola un contrato a tiempo parcial, sobre todo en campañas de recolección”, comentó.

Otro dato esclarecedor del modelo productivo y del mercado de trabajo de la provincia es el bajísimo número de personas que cobran una prestación contributiva derivada de la actividad laboral. De las 96.000 personas paradas en Córdoba, algo más de 62.000 cobran algún tipo de prestación y de éstas, sólo el 17,7% cobra una prestación contributiva, cuando la media a nivel nacional está en el 41%. “Fiel reflejo también de que nuestro mercado de trabajo está muy basado en la temporalidad, en los contratos muy pequeños, en la fuerte rotación y no va generando derechos para la prestación contributiva”.

Por su parte, la secretaria de Mujer y Juventud de CCOO de Córdoba, Mar Ávalos, dijo que “en el mercado laboral está claro que la precariedad, la temporalidad y la parcialidad tienen un rostro, y es un rostro femenino y joven”. La jornada parcial afecta en mayor medida a la población más joven. El 47% de las mujeres menores de 45 años cuentan con este tipo de jornada aunque cerca del 70% de quienes trabajan a jornada parcial reconocen hacerlo ante la imposibilidad de encontrar un trabajo a jornada completa. Además, el porcentaje de mujeres asalariadas con jornada parcial triplica al de los hombres, con un 30% frente al 10% masculino.

En este sentido, Ávalos señaló que los mayores porcentajes de parcialidad por género se dan para las mujeres asalariadas en empleo doméstico (64,7%) mientras que el mayor porcentaje en el caso de los hombres se da en el sector de la hostelería y se queda en el 30%.

“Ante esta situación seguimos planteando que las reformas laborales tienen que ser derogadas, tienen que ser sustituidas por otros mecanismos o por otros acuerdos que modifiquen la legislación laboral”, remarcó Merino, quien reclamó, además, “avanzar hacia un sistema productivo que fomente el empleo estable y con derechos siendo el contrato de carácter indefinido el más habitual, como lo es en el conjunto de la UE o en los países con los que nos comparamos” y “potenciar la negociación colectiva que con la última reforma laboral ha tenido unas agresiones muy graves”.

Asimismo, CCOO aboga por desactivar el fraude en la contratación. “No puede salir más rentable a un empresario defraudar que la posible multa o sanción que posteriormente tenga si tiene una actuación de la Inspección de Trabajo. Creemos que es necesario hacer modificaciones en este sentido para desincentivar el fraude”, afirmó Manuel Merino quien también exigió a la Inspección de Trabajo actuaciones de oficio y no solo tras una denuncia, para lo que reconoció que es necesaria una mayor dotación de efectivos para este organismo.