Dos incendios de envergadura mantienen prácticamente desde las siete de la tarde al Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) a pleno rendimiento, pero también a los medios del Plan Infoca para tratar de controlar las llamas en ambos puntos, ya que el primero de ellos se generó en las inmediaciones del Aeropuerto, concretamente en la parcelación de San Isidro de la Alameda, a las 18.56 horas, mientras que el segundo ha vuelto a producirse en los antiguos laboratorios de Pérez Giménez, en el polígono de Chinales, en esta ocasión a las 20.34 horas.
Según han informado a este periódico fuentes del SEIS, en el incendio de las inmediaciones del Aeropuerto, que sigue sin ser controlado, las llamas se han originado en una zona ribereña con vegetación farragosa, pero cuando parecía que el SEIS había conseguido apagarlo el fuego saltó a la otra orilla, con lo que ha tenido que actuar igualmente el Infoca con un helicóptero de transporte y extinción y un avión de carga en tierra, nueve bomberos forestales y un vehículo pesado de extinción.
Y cuando ya estaba caldeada la tarde, la situación se ha complicado con el incendio del polígono de Chinales, donde cuatro bomberos, dos conductores y un mando, con dos vehículos autobomba y uno ligero, se las ha visto y deseado para apagar las llamas que se habían concentrado en el edificio circular d los antiguos laboratorios.
Precisamente, uno de los actuantes recordaba el ocurrido en agosto de 2016, cuando la nave de Calmante Vitaminado también salió ardiendo lo que provocó la evacuación de varias familias de originarios de Rumania que lo usaban como vivienda. "Aquél fue más extenso, pero más fácilmente controlable, mientras que éste (en alusión al de hoy) es más profundo y peor para apagarlo y controlarlo", ha explicado a este periódico.
En esta ocasión, según han señalado, por su parte, tanto agentes de la Policía Local como de la Nacional desplazados hasta el lugar, cuando se ha declarado el fuego no había nadie ni en el interior ni en las proximidades, por lo que no ha tenido que realizarse desalojos.
Como curioso contraste con el suceso, a pocos metros de lugar, en la Avenida de Chinales, un buen número de jóvenes se encontraban ensayando en plena calle con instrumentos de viento y de percusión música de marchas procesionales.
