Los datos del Ministerio de Trabajo sobre abril de 2020 hechos públicos en su web esta misma mañana indican un sensible (y previsible, por otra parte) aumento del paro en la provincia de Córdoba de 3.872 personas, es decir un 4,60% más en comparación con el anterior mes de marzo, mientras que la comparativa con el mes abril de 2018 es ya exagerada, con un 25,40%, o lo que es lo mismo 17.821
parados más ahora.
En cifras globales, Córdoba se queda a escasas cifras del listón de los 90.000 parados, concretamente en abril se contabilizaron 87.982, lo que no deja de ser terrible, pero con cierta lógica debido a la nueva casuística mundial. Eso deja a la provincia cordobesa en la quinta plaza con más paro de Andalucía, por detrás de Cádiz, Granada, Málaga y Sevilla, como es ya la tónica general, por otra parte.
Del total de 87.982 parados y paradas de Córdoba, 48.851, es decir el 55,5,%, tienen nombre femenino, mientras que 79.538 (el 90,40%) son mayores de 25 años, lo que indica un ya constante envejecimiento de la población parada.
Pero por edades en el segmento de los que no tenían un trabajo anterior, donde más se ha perdido el empleo es en la franja de más de 44 años, con un total de 2.142 bajas en el mundo laboral, y entre los 20 y 24 años, con 1.925 parados y paradas (que, precisamente, fueron 1.082, o sea, la abrumadora mayoría). Tampoco es desdeñable la cifra 1.113 de los que están entre los 25 y los 29 años.
Por sectores, el de los servicios es donde más se ceba esta lacra, con 53.697 parados en abril, seguido de la agricultura, con 10.001; la industria, con 8.683, y la construcción (8.419), mientras que en el segmento de sin empleo anterior ya hay registrados 7.182.
Como elemento curioso, ¿dónde bajó significativamente el paro? En la construcción, algo que se ha notado prácticamente en casi toda Andalucía salvo Almería y Málaga, con 188 personas paradas menos. Por lo demás, las subidas son significativas en el resto. Así, en los servicios fue una auténtica hecatombe, con una subida de 2.828 más, lo que demuestra la enorme dependencia de la provincia de Córdoba de l turismo, ahora por completo frenado.
En la industria hubo 737 parados y paradas más, y en la agricultura, a pesar de que abril es el final de la recogida de la naranja, se llegaron a los 288 empleos perdidos, que es de esperar se alivie un tanto ten mayo con la recogida del ajo. Los que estaban sin empleo antes subieron en 207.
En cuanto a la contratación, que es donde se va a demostrar de verdad la crisis sanitaria que vive el mundo, en Córdoba y provincia se firmaron en diciembre de 2019 únicamente 18.491 contratos, que son 12.598 menos que que en marzo (una bajada histórica del 40,52%) y 21.760 menos que en el mismo mes del año pasado (con un -54,06%), lo que no dejan de ser pésimas noticias, aunque dentro de una lógica aplastante en la situación actual de pandemia, que se agravan con el hecho de que un mes más la temporalidad es lo que manda, porque en eso Córdoba sigue siendo líder y no cambia.
Así, del total de contratos, 18.030 (el 97,50%) son temporales, y sólo 461 fueron indefinidos. Las comparativas son odiosas, más si cabe en este atípico mes. Los indefinidos fueron 461 menos que en marzo (un -65,78%) y una bajada de 864 firmas que hace un año (un -65,21%). Mientras que los temporales bajaron en un mes en 18.030, lo que supone la friolera del -11.712%, frente un descenso de 20.896 contratos si se compara con el mismo periodo de 2019, es decir un desplome del -53,6%.
