El Palacio de La Merced, sede de la Diputación Provincial de Córdoba, se ha iluminado, a las 22.00 horas del martes, de un discreto azul celeste para conmemorar el Día Nacional de las Lenguas de Signos Españolas, si bien el lunes pasado tuvieron lugar algunos actos en el Bulevar Gran Capitán, donde alumnos del colegio Colón realizaron una suelta de globos del mismo color y se leyó un manifiesto en defensa de esta lengua natural para la gente sorda.
En el acto estuvieron presentes el presidente de la Diputación, Antonio Ruiz; la presidenta de la Asociación de Personas Sordas de Córdoba, Ana María Sánchez Criado, el presidente de la Federación Andaluza de Deportes para Sordos (FADS), Antonio Jesús de la Rosa; así como concejales y diputados provinciales, como Carmen González, delegada municipal de Promoción de la Ciudad; María del Mar Téllez, concejal de Fomento del Desarrollo Económico y del Comercio y Cementerios, o las populares María Jesús Botella y Laura Ruiz y el concejal de Servicios Sociales, Cooperación y Solidaridad, Oficina en Defensa de la Vivienda, Rafael del Castillo.
Manos con voz propia
Según expuso recientemente la presidenta de la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE), Concha Díaz, durante la presentación de la exposición "Manos con voz propia. Quinientos años de lengua de signos" de la Biblioteca Nacional de España, fue el monje Pedro Ponce de León el pionero en enseñar a niños sordos cómo comunicarse, y desde entonces hasta la actualidad han pasado casi cinco siglos, tras los que la lengua de signos española se muestra "rica y viva", como medio que utilizan miles de personas en su día a día para "expresar, amar y vivir".
Se trata de "un idioma tan útil como cualquier otro para transmitir ideas, acceder al conocimiento, avanzar hacia la igualdad y construir ciudadanía", según se expuso en el manifiesto leído en Córdoba por el Día Internacional de las Lenguas de Signos Españolas. En este sentido el manifiesto hace un llamamiento a las administraciones para que "tomen conciencia de que el progreso humano y académico de las personas sordas pasa por atender también sus necesidades y demandas respecto al desarrollo efectivo de sus derechos lingüísticos".
En la provincia de Córdoba hay unas 4.000 personas sordas, según el cálculo realizado por Ana María Sánchez Criado.
