DÍA INTERNACIONAL DEL VENCEJO

Diario de un vencejo: Una cámara, una familia de aves y la preservación como objetivo

Padres e hijos. Dos adultos y tres crías. Una familia de vencejos en el monitor del salón de casa. Se acabó el estar pendiente de las últimas novedades en la enésima serie de turno. Son los protagonistas de 'Diario de un vencejo', una iniciativa de la Sociedad Española de Ornitología en Córdoba. Una cámara dentro de una caja nido ofrece información de calidad y constante sobre estas aves, cuyo número está descendiendo de forma alarmante. En el primer Día Internacional del Vencejo, 7 de junio, nos adentramos en el mundo de un animal que vive en el aire

Lo llaman de broma Tele-Vencejo. Tiene mucha más capacidad adictiva que cualquier serie de siete u ocho temporadas en Netflix o HBO. Y además de distraer cumple una función científica y de conservación de la naturaleza. La Sociedad Española de Ornitología en Córdoba (SEO-Córdoba) ha decidido poner una cámara en una caja-nido para esta especie. El 18 de abril llegaron los primeros individuos y cuando se escriben estas líneas la pareja tiene ya tres crías, todavía ciegas por su corta edad.

La caja-nido está situada en un domicilio de Valdeolleros, el de Loli Domenech, que además cuenta con otro también con vencejos (pero sin cámara), uno con verderones y de paso ha recogido a polluelos de vencejo caídos del nido e incluso un cernícalo primilla que al terminar este reportaje llevarán al Centro de Recuperación de Especies (CREA). La casa de Loli parece una chistera de la que pueden surgir aves de todo tipo en lugar de conejos. Allí nos recibe junto al coordinador de SEO-Córdoba, Carlos Flores, y la voluntaria de esta organización Maud Bassani. A partir de aquí nos adentramos gracias a sus conocimientos en la vida de los vencejos, que hoy, 7 de junio, tienen, precisamente, su día internacional. Todo lo que exponemos nos lo cuentan ellos con enorme pasión. Mientras charlamos no perdemos de vista en la tele del salón a los vencejos. Ningún miembro de la familia tiene nombre todavía.

Este año se van subiendo vídeos todos los días. Se pueden seguir en el enlace de 'Diario de un vencejo'. Para el siguiente la idea es que la cámara retransmita en directo. En la imagen vemos a la hembra en el monitor. Justo en la ventana, alargada, la caja-nido de color blanco.

Vencejo de la caja-nido

Vencejos en peligro

Cada vez hay menos vencejos. En Inglaterra se calcula que se han perdido entre el 30 y el 40 % de los ejemplares. No se tienen datos concretos en el caso de España, donde la SEO cuenta con el programa Migra, gracias al que controlan a algunos ejemplares con geolocalizadores. Sí se tienen datos por acciones concretas. Valgan ejemplos de Córdoba y su provincia.

Recientemente las obras del torreón medieval de Santaella cegaron 200 oquedades donde había nidos de vencejo. En la localidad se calculaba había entre 150 y 200 parejas de estas aves dispuestas a criar. Se han reducido a menos de la mitad. Lo mismo ocurrió en la capital con la reforma hace años de la antigua Facultad de Veterinaria y ahora rectorado. Las obras acabaron con los nidos.

Y es que hay que tener en cuenta que los vencejos son muy fieles a su nido. Las parejas vuelven a él al año siguiente. El caso de las cajas-nido como la de Loli Domenech o bien se sitúan cerca de nidos antiguos o bien hay que recurrir a un reclamo, conveniente en cualquier caso en ambas situaciones por la extrañeza que puede generar el recipiente de madera. Esta voluntaria de la SEO-Córdoba tiene por ejemplo un reclamo especializado puesto dos horas por la mañana y dos por la tarde. Es un mp3 hecho ex-profeso por un especialista en ornitología. Unos altavoces en una ventana mandan el sonido del vencejo al exterior. Bromeamos con el hecho de que se producirá la primera protesta conocida de los vecinos sobre algo así: “Baje usted un poco el reclamo de los vencejos, por favor”.

El nido del vencejo suele ser una oquedad. La pareja dispone poco más dentro. Si acaso plumas y semillas de álamo u olmo. Pegan todo con saliva. Pero, por decirlo coloquialmente, lo justito, no se trata de un lecho mullido. En algunos casos cumple una función tan sencilla como que los huevos no se precipiten al vacío.

Y en la comentada desaparición de nidos está el primer peligro para el vencejo. Las obras en los edificios acaban con los huecos naturales que les vienen bien. No sólo en edificios históricos, sino en los más modernos. Se restauran y se tapan. O bien se ponen telas metálicas para evitar a las palomas y los perjudicados resultan los vencejos. A veces se mantienen los huecos pero se ha puesto en el lugar un nuevo material de fácil recalentamiento. Y se pueden ver escenas dantescas en verano, con pollitos de vencejo lanzándose al vacío para evitar quemarse. Durante muchas de las obras previamente se han retirado los nidos.

Leyes protectoras

En el caso de estas acciones en edificios, vencejos, golondrinas y aviones  están protegidos por el Real Decreto 139/2011 para el Desarrollo del Listado de Especies Silvestres. Esa ley detalla que tales especies se encuentran en régimen de Protección Especial. Por otra parte la ley 42/2007 del Patrimonio Natural y la Biodiversidad prohíbe la retirada de nidos de aves protegidas salvo permiso especial y nunca en su época de cría. Los cargos institucionales, eclesiásticos y arquitectos a veces sortean estas leyes. Unas veces porque entorpecen o ralentizan la obra. La mayoría porque las desconocen.

El segundo peligro es peor, y afecta a muchas especies de aves. Son los pesticidas y herbicidas. Pero no pensemos en los cultivos agrícolas. El problema está más cercano, en los jardines públicos y privados de las ciudades. Estos productos químicos acaban con los insectos. Y la falta de insectos con los vencejos. Una pareja de vencejos en época de cría puede comer varios kilos de insectos. Y se produce un círculo vicioso. Los pesticidas acaban con los insectos, la falta de insectos con los vencejos, entonces los insectos se quedan sin depredadores, suben en número... Y se echan más pesticidas. Pero al final pagan todos los seres vivos: insectos, vencejos...y también humanos, puesto que en esa época de incremento de insectos del círculo vicioso pueden ser objeto de picaduras con enfermedades incorporadas. La SEO reclama una legislación más restrictiva con estos productos químicos.

Los vencejos en Córdoba capital

Actualmente hay todavía abundantes colonias de vencejos en Córdoba capital. ¿Dónde? Sobre todo en el Hospital Provincial y en la iglesia de San Pedro de Alcántara. También hay ejemplares en la iglesia de Santa Marina.

Pero además la ciudadanía puede contribuir al mantenimiento de la especie. Y de dos formas. La primera adquiriendo una caja-nido para atraer vencejos. Cuestan un simbólico euro y las instala el grupo local de SEO. Hay un requisito, deben de estar al menos 4 metros de altura. Además, como en el caso de la caja-nido dedicada a 'Diario de un vencejo', se intenta poner en la cara norte de los edificios o en cualquier lugar que evite de alguna manera el calor excesivo. La otra forma de contribución es llamar 626 439 514 si se ven en el suelo crías caídas de vencejo (o de avión, golondrina... en general cualquier ave). De hecho, pura casualidad, durante la elaboración del reportaje se recibe una llamada sobre el avistamiento en el suelo de ocho crías de vencejos.

Pero nos olvidamos de otros particulares nidos-caja: las cajones de las persianas en las pisos. Muchas veces anidan ahí los vencejos. Los miembros de la SEO-Córdoba nos explican que es habitual que la gente se asuste o se moleste, y que pongan bolsas de plástico o palos en dichos cajones. Piden sencillamente que no se impida estar ahí a los vencejos, que salvo algún ruidillo no causarán molestia. Es otra forma de contribuir. Sin tener que hacer nada salvo un 'vive y deja vivir'.

Antonio Gómez, apicultor de Rute, fue el primero hace muchísimos años en poner cajas-nido para vencejos. A partir de ver su utilidad la SEO fue poniendo más en Córdoba, al principio en el polideportivo de cabra. Luego en puntos estratégicos o en zonas donde se habían perdido muchos ejemplares, con el objeto de contribuir a su recuperación. ¿Por qué esta vez la cámara? Su sentido está en la observación directa, para ir obteniendo datos. Aunque se sabe mucho de estos animales tenerlos como quien dice en el salón de casa tiene un efecto de aumento de lupa para indagar en los detalles. Si ir más lejos los miembros de SEO-Córdoba pudieron saber gracias a nuestros “televisivos protagonistas” que la pareja adulta no puso los materiales en el nido nada más escogerlo, sino que esperaron, en concreto hasta diez días antes de nacer las crías.

Mientras estamos en el domicilio de Loli Domenech con Maud Bassani y Carlos Flores pasan numerosos vencejos que se acercan a las ventanas. Son ejemplares jóvenes a los que les falta otro año para reproducirse. Se cree que su acercamiento se debe a la observación para aprender de la cría.

Ejemplar de cernícalo

¿Y los depredadores? En Córdoba el vencejo cuenta con dos, gavilanes y cernícalos (como el de la imagen de arriba), aunque por su velocidad son difíciles de atrapar. El depredador ha de sorprenderlo en alguna situación en la que el ejemplar no haya adquirido suficiente velocidad. De hecho al nido de nuestros protagonistas ya se ha acercado un cernícalo que vive, al parecer, en el Parque de la Asomadilla. De momento, no ha logrado transformar esta amable comedia en cine de terror. En cualquier caso, gavilanes y cernícalos se decantan por otras presas más fáciles.

Dentro de unas semanas, las crías de este 'Diario de un vencejo' aprenderán a volar y, como sus padres, pasarán casi toda la vida en el aire, sólo posándose para la crianza en el nido, pues evitan a toda costa el suelo. Comen, duermen y aman en el aire. Y todos podemos contribuir a que así siga siendo.