SANIDAD

Una cordobesa inicia una campaña de firmas para solicitar una consulta de lactancia en el hospital Reina Sofía

La madre cordobesa Sofía Bonilla ha iniciado una campaña de firmas para pedir una consulta de lactancia en el Hospital Reina Sofía. Mantiene con este hospital y con la Junta de Andalucía sendas reclamaciones a raíz de unos sucesos relacionados con una mastitis en uno de sus pechos. A su parecer el hospital actuó como profesionales que no están formados en asuntos de lactancia, lo que derivó en numerosos problemas. Además, desde su punto de vista, la respuesta que le ha ofrecido el Reina Sofía no se ajusta en modo alguno a los hechos realmente acaecidos

Sofía Bonilla, reclamante al Reina Sofía, y su bebé Abel
photo_camera Sofía Bonilla junto a su bebé, Abel. Foto: RAFAEL CHAMORRO

La cordobesa Sofía Bonilla ha puesto en marcha una campaña de firmas en Change.org con el objetivo de acompañar con respaldo popular a una reclamación que mantiene contra el Hospital Reina Sofía desde el pasado mes de octubre de 2015. Entonces interpuso una reclamación dirigida al hospital materno-infantil completada poco después con una reclamación patrimonial al Servicio Andaluz de Salud y a la Delegación de Salud e Igualdad de la Junta, donde pide una compensación por daños y perjuicios.

La historia que narra la afectada es la siguiente. El uno de junio de 2015, Sofía Bonilla, tras ser diagnosticada de mastitis por su médico de familia, acude a urgencias del hospital Reina Sofía. La mastitits es una inflamación de la glándula mamaria provocada por una bacteria. Produce endurecimiento del pecho y un gran dolor, además de fiebre. También puede producir una infección grave en caso de que no se consiga atajar. La médico de Urgencias le recomienda un tratamiento indicado para la mastitis, pero también le aconseja que abandone la lactancia con el pecho afectado.

Sin embargo esta madre cordobesa, informada por grupos y foros de lactancia, además de por su propio interés personal en la materia, conoce la existencia de una técnica denominada cultivo. El cultivo es una extracción de una cantidad apreciable de leche del pecho infectado por la bacteria. Luego un análisis consigue determinar qué tipo de bacteria es exactamente, de entre las diversas posibilidades (en caso de que haya infección) y de esta forma se establece un tratamiento especializado que en muchas ocasiones permite acabar con ese organismo y que la madre pueda seguir con la lactancia con ese pecho. La médico de Urgencias le indica que no se haga el cultivo.

La persistencia de las molestias hace que la paciente tenga que volver el 5 de junio a Urgencias. Le cambian el tratamiento. Sofía Bonilla insiste en la posibilidad del cultivo pero otra doctora se niega a que sea el método a seguir. En ese momento el pecho afectado tiene signos de tumefacción e inflamación. Finalmente diagnostican que hay signos de mastitits.

La enfermedad no se va y la afectada acude el 8 de junio de nuevo a Urgencias. Se detectan signos de infección. Ante ellos la paciente se niega a irse sin hacerse el cultivo. Una tercera doctora  finalmente accede por la insistencia de la reclamación, pues Sofía Bonilla ve en ese camino la única vía para salvar la lactancia con ese pecho (en el que además siente un intenso dolor). Aunque realizan una prueba, en ningún momento, indica la afectada, se la ofrecen, es ella la que, en sus palabras, tiene que «plantarse».

«Tomaron la muestra con un bastoncillo humedeciéndolo con dos gotas, literalmente, que salían de mí pezón pero sin ejecutar extracción alguna, con lo que el resultado del cultivo acaba resultando negativo a bacteria». Esa prueba no es un cultivo, sino la denominada frotis. El frotis, debido a la pequeña cantidad de leche, puede resultar insuficiente para ofrecer resultados óptimos. El resultado del frotis no indica que haya infección, contradiciendo varios diagnósticos anteriores.

Las molestias siguen y el 11 de junio Sofía Bonilla vuelve a Urgencias. Una cuarta doctora indica que como el resultado del frotis es normal, el problema ha de residir en una ingurgitación mamaria (endurecimiento e inflamación del pecho habitual en los primeros días de la lactancia que, en ocasiones, puede convertirse en mastitis).

La paciente, viendo que los problemas continúan acude a hacerse el cultivo a la sanidad privada. El resultado del cultivo corrobora el diagnóstico de mastitis que ofreció desde el principio la médico de familia (y con otro diganóstico el 8 de junio) y que, sin embargo, no se corroboró en ningún momento en Reina Sofía pese a las varias inspecciones y el concurso de varias doctoras.

Con los resultados en la mano la afectada vuelve al Reina Sofía. Tras una nueva revisión en la que participa otro doctora y un nuevo médico, y pese al resultado inequívoco del análisis, siguen insistiendo en que no hay mastitis, sino ingurgitación.

El 25 de junio, Bonilla se percata de la existencia de un bulto en el pecho. «Aterrada» decide acudir al Hospital de Montilla, debido a lo que había sucedido en el Reina Sofía. Allí le extraen un abceso de 5 centímetros y medio litro de pus. La paciente incluso ya había optado meses antes por dar a luz en el hospital de Montilla por la mejor atención que tienen tanto en el parto como en la lactancia.


Respuesta del hospital y nueva reclamación

Tras interponer la reclamación al Reina Sofía, la afectada indica que ha recibido la respuesta tres meses después, en lugar de en los quince días estipulados oficialmente. Oficialmente la  reclamación se puso el 15 de octubre. La respuesta tiene fecha del 19 de enero. La respuesta, a la que ha tenido acceso este diario, ofrece una descripción día por día de los acontecido, siempre desde el punto de vista del hospital.

Con respecto al 1 de junio el hospital señala que no es necesario el cultivo. Pero no explica las razones. La afectada además afirma que le recomiendan que deje la lactancia de forma verbal, algo que el Reina Sofía negará en todo momento conforme pormenorizan su respuesta.

El 5 de junio el hospital queda a la espera de que funcione un nuevo antibiótico y así lo indica.

El 8 de junio el Reina Sofía explica que se realizó un cultivo. La paciente asegura que no se hizo esa prueba sino un frotis. El hospital señala que ese cultivo -que insistimos, la afectada asegura no se realizó- se lleva a cabo debido a que no hay mejoría clínica, cuando Sofía Bonilla ha declarado que se hace por su insistencia. Además ella afirma que se le volvió a aconsejar que dejara la lactancia.

El 11 de junio es cuando el hospital, ante los resultados de la prueba, se decanta por la ingurgitación mamaria. Así lo indica la respuesta del Reina Sofía. La paciente aduce que con un diagnóstico de mastitis en dos ocasiones no se puede considerar la ingurgitación, que a veces es un paso previo, pero no puede suceder que se vuelva a él desde una mastitis. A su vez su hijo tenía ya un mes, y la ingurgitación es propia de los primeros días, normalmente la primera semana. La respuesta del hospital indica también que no hay empeoramiento en la paciente, incluso que perciben mejoría, algo que la indigna: «Claro, no me sube la fiebre porque me estoy tomando medicamentos para ello. Y dicen que no empeoro, así que se supone que sigo yendo por gusto». Además vuelven a recomendarle de forma verbal que deje la lactancia, lo que siempre niega el Reina Sofía. Este 11 de junio además, y pese a que el hospital se decanta por la ingurgitación mamaria, le recomiendan un probiótico llamado "Lactanza". Este probiótico está indicado para la mastitis, no para la ingurgitación.

En la respuesta para el 22 de junio -recordemos que es cuando la paciente va al Reina Sofía con la prueba de cultivo de la privada que señala mastitis- el hospital Reina Sofía indica que viene derivada del San Juan de Dios. «No fui derivada por el San Juan de Dios como si me hubiesen mandado a hacer los análisis allí, el estudio pertenece a una clínica privada que tuve que pagar yo». Según la afectada vuelven a indicarle en general que sería conveniente que dejase la lactancia. En cualquier caso en la respuesta del hospital se observa la receta del medicamento sulfametoxazol-tripetropin, con el consejo por escrito de que al menos abandone la lactancia durante el periodo en que lo tome al resultar incompatible con ella. Sin embargo es comprobable que este medicamento por ese mismo motivo no se recomienda durante el primer trimestre del embarazo.

Todos estos matices que realiza Sofía Bonilla son parte de su contestación a la respuesta del Hospital, contestación que igualmente seguirá su cauce oficial.


Campaña de firmas

Ante la situación de indefensión y el hecho de que desde el punto de vista de la paciente el hospital ha ofrecido una respuesta que no responde a los hechos que se produjeron, Sofía Bonilla ha iniciado esa campaña de firmas para solicitar una consulta de lactancia en el Hospital Reina Sofía. «No quiero que otra mujer pase por lo que he pasado yo», declara esta madre cordobesa que no ve mala intención en lo sucedido sino falta de formación. «Ni pediatras, ni enfermeras ni ginecólogos tienen formación específica en lactancia, sólo las matronas, y eso es lo que pido, que haya información y asesoramiento en lactancia con personal formado, para que no se repitan situaciones así». La paciente además se muestra indignada porque a su juicio la respuesta del hospital contiene omisiones graves y errores injustificables.

Además de la campaña, la afectada sí interpuso contra la Consejería de Salud una reclamación patrimonial. En ella pide una compensación económica por los daños físicos y morales (el pecho afectado finalmente quedó dañado por la operación y complicaciones posteriores) y que la Junta estudie lo sucedido para evitar situaciones así en un futuro.