Diversas asociaciones animalistas se han dado cita este domingo en la Plaza de las Tendillas para reivindicar un endurecimiento de las penas por el abandono de perros destinados a la cacería, y es que tan solo en la provincia de Córdoba, cada año entre 3.000 y 4.000 perros de caza, principalmente galgos y podencos, son abandonados por sus dueños.
Cada año la estampa se repite. Miles de perros aparecen muertos con un tiro pegado, ahorcados o ahogados en un pozo cuando la temporada de caza finaliza. Una imagen que la protectora No a la caza con Galgos y otras razas, NAC, denuncia, y por lo que exige un cambio en el código penal de manera que las penas se endurezcan y las personas que cometan tales hechos puedan cumplir condenas en prisión, ya que según cuenta el coordinador de NAC en Córdoba, Javier Luna, "la pena máxima en el código penal en España por maltrato animal es de 18 meses, por lo que al final nunca nadie va a la cárcel".
Afortunadamente, la muerte no es el único desenlace para los galgos y podencos, ya que por suerte, algunos de estos perros pueden ser rescatados por protectoras y asociaciones animalistas y después de un proceso de cura y adaptación en sus respectivas casas de acogida pueden ser puestos en adopción. Los principales países a los que van estos perros son Holanda, Bélgica, Alemania, Finlandia y Suiza, ya que, explica Luna "son países con mucha conciencia de protección animal"
Este domingo ha tenido lugar una marcha en la que han participado un centenar de persona, pertenecientes a distintas asociaciones animalistas como Galgos del Sur, Pacma, y NAC, acompañadas de perros. La marcha que ha comenzado en la Plaza de las Tendillas, ha continuado por la calle Cruz Conde hasta finalizar en la estación de Renfe.
