El Consistorio se ha comprometido hoy a apoyar todos aquellos proyectos y actividades que se vayan a organizar con motivo del 1.200 aniversario del conocido como Motín del Arrabal en Córdoba, que supuso el exilio de unas 22.000 familias que acabaron por fundar el Estado independiente de Alejandría en Egipto y posteriormente sacaron de la isla de Creta de su estado de recesión hasta convertirla en toda una potencia del Mediterráneo. Una gesta que a día de hoy es casi por completo desconocida en Córdoba y en el resto del país, y que este año se cumple, precisamente el 1.200 aniversario.
De este modo, y aunque prácticamente no queda ya 2018 suficiente como para celebrar muchas efemérides, el Ayuntamiento se ha comprometido igualmente a asumir y promover la divulgación de estos hechos como parte "de nuestra historia" en una declaración institucional en apoyo al proyecto 'Jornada Internacional: 1.200 aniversario del Motín del Arrabal. Exilio y Construcción de un Estado Cordobés en Creta', puesta en marcha por el colectivo Prometeo y la Asociación de Vecinos Guadalquivir.
Así, este año ya se han celebrado las XVI Jornadas del Instituto de Estudios Califales, dedicadas a la 'Evolución del arrabal meridional de Saqunda' (22-24.1.2018), en conmemoración del 1.200 aniversario de la revuelta del Arrabal, el pasado 21 de marzo tuvo lugar en el Centro Cívico Arrabal del Sur la jornada titulada 'Motín del Arrabal: exilio y construcción de un estado cordobés en Creta', a cargo de los investigadores Carmen Panadero, autora del libro Los andaluces fundadores del Emirato de Creta y de la novela La estirpe del Arrabal, y Manuel Harazem, autor del libro 'La odisea del Arrabal'.
Eventos, ambos, en los que estuvieron presentes alumnado y profesorado del IES Averroes.
Aquella jornada se dedicó a las aventuras y desventuras que corrió buena parte de la población qurtubí, miles de personas, tras la insurrección socioeconómica del Arrabal, hecho histórico que forma no sólo parte de la historia de la ciudad, sino de España y de la Humanidad, a pesar de que buena parte de los avatares de esa odisea (de Fez a Alejandría, y de allí a Creta, fundando Heraklion, su capital) están siendo estudiados por vez primera en el presente.
A fin de que los cordobeses conozcan algo más sobre esta curiosa y desconocida gesta, a continuación se reproduce el texto de la declaración institucional, en el que se resumen este hecho histórico e la Córdoba del siglo IX.
Reinaba al-Haqem I, el más despótico de los emires omeyas. Los habitantes del arrabal de Shaqunda de la capital andalusí (actual Miraflores), agobiados por los abusivos impuestos con que se les oprimía y por el maltrato de las fuerzas del orden, en marzo del año 818, se rebelaron contra el emir en un levantamiento civil que duró tres días y que puso en peligro al Alcázar omeya y hasta al mismo soberano.
Dominada la insurrección por las tropas del emir, aquellos cordobeses hubieron de padecer el implacable castigo con que se reprimió el motín: el incendio de sus casas y negocios, las ejecuciones de familiares, amigos y vecinos —más de 2.000 muertos y hasta 300 muertes en cruz—, la pérdida de todos sus bienes y el destierro de unas 120.000 personas que habitaban el arrabal.
Aquellas familias cordobesas desterradas abandonaron su país, cruzaron el mar y 7.000 de ellas encontraron refugio en la ciudad de Fez (Marruecos). El resto continuó durante años su penoso éxodo por el Norte de África, pero lograron sobrevivir unidos, y ahí comienza una gran gesta casi desconocida en España.
Los proscritos del arrabal conquistaron Alejandría; tras su expulsión de Egipto, arrebataron Creta y muchas otras islas de menor tamaño, a Bizancio en el año 827, fundando allí un emirato Cordobés que perduró casi siglo y medio. Fue jurado Abũ Hafs al-Ballutí —un natural de Pedroche— como primer emir de la recién nacida dinastía. Allí pudieron recrear su segunda Córdoba y recobrar sus costumbres; vencieron a Bizancio en decisivas batallas navales, acuñaron su propia moneda, aclimataron a la isla cultivos que no le eran propios, implantaron la cría del gusano de seda y la industria sedera, explotaron sus minas, sacaron a Creta de la recesión en que se hallaba —antes había llegado a perder hasta el uso monetario—, crearon su propia cultura, impulsaron un comercio floreciente y abrieron la isla al mundo.
Fue la lucha y la odisea de la mayor parte de los habitantes del hoy barrio de Miraflores por su supervivencia. Una gesta inigualable que puso en jaque al invencible imperio bizantino y llevó la cultura, la artesanía y los cultivos cordobeses a las islas helénicas.
La reivindicación y el reconocimiento de la gesta y la consecuente mezcla de las sangres
y las culturas cordobesas y cretenses deberían llevar al hermanamiento de Cordoba y
Creta, o mejor dicho, Cordoba y Heraklion, la actual capital de Creta que fue fundada por los
cordobeses en el Siglo IX.
Por lo pronto con Fez ya existe hermanamiento, pero la idea es solicitarlo también con los egipcios de Alejandría y con los cretenses por motivos puramente históricos.
