TRÁFICO

Consejos de la Policía Local para ciclistas que no quieran ser multados

La falta de una ordenanza concreta sobre bicicletas confunde a los usuarios, pero los 23.000 cordobeses que utilizan este medio tienen que tener las ideas claras a la hora de montarse sobre sus vehículos

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photo_camera Dos agentes de Policía Local de Córdoba conversan con un ciclista

Córdoba es una ciudad en la que la proliferación de ciclistas crece de forma exponencial a cada año que pasa. Según datos de ICYT Ingenieros, el 10 por ciento de la población de la capital, es decir unos 23.000 cordobeses, utilizan habitualmente la bicicleta para desplazarse tanto al trabajo como durante su tiempo libre, y, de hecho, eso convierte a la capital califal en la primera ciudad de España en cuanto al uso urbano de este tipo de vehículos. En 2007 contaba ya con 35 kilómetros de carril-bici, que siguen sin ser suficientes como para convencer a alguien de que use la calzada en lugar de la acera, y existen cuatro puntos de recogida y depósito con 35 eco-bicis.

Sin embargo, existe un preocupante vacío normativo que no se cubre con el mero Código de Circulación en la mano. Es más, si se aplicara a rajatabla, no habría ciclista cordobés al que no se hubiera multado en uno u otro momento. La Policía Local, especialmente la que utiliza la bicicleta como vehículo para patrullar, conoce bien esta problemática y está empezando a moverse para que el Ayuntamiento haga algo al respecto. Y una ordenanza municipal en este sentido no estaría de más ni sería una cuestión baladí para evitar posibles sanciones que, a todos los efectos y a modo de aviso a navegantes, ya serían aplicables.

Entre tanto, y mientras crece el sentimiento anticiclista entre los cordobeses, la Policía Local sí que prefiere aportar una serie de recomendaciones que más bien resultan la aplicación natural de la lógica a la hora de circular en bicicleta por la ciudad, antes que empezar con las sanciones.

Lo primero de todo es acabar de una vez por todas con la eterna discusión: ¿puede o no puede un ciclista pasar montado por un paso de cebra? La respuesta es una rotunda negativa. "El ciclista sobre su bicicleta se considera un vehículo y como tal no es peatón ni puede pasar por un paso de cebra, obligando a los vehículos que transitan por la calzada a pararse para dejarle el paso franco". Únicamente podrían hacerlo si se bajaran de la bicicleta y cruzaran andando.

En segundo lugar, y ya que se circula habitualmente sobre la acera, lo mejor es "no ir haciendo el cafre". Hay demasiados ciclistas que creen que la acera es un circuito de carreras y van a una velocidad excesiva sin pensar en los peatones a los que puede dañar, ya que ni siquiera respetan una mínima distancia de seguridad. A ésos, que son los verdaderos causantes del actual movimiento contra los ciclistas, es más que probable que los acaben sancionado con una abultada multa. Quizá tan elevada como la de pasar un semáforo en rojo, y que se ha establecido ya en unos 200 euros.

Otro sitio por el que tampoco pueden transitar los ciclistas es en las zonas peatonales, del estilo de parques o avenidas transformadas como el Bulevar Gran Capitán, Gondomar o Cruz Conde. Realmente, tendrían que bajarse del vehículo y recorrer esas vías a pie. Frente a todas estas limitaciones no se puede ocultar la realidad de un nutrido número de ciclistas que utilizan este medio de transporte limpio, pero que no cuentan con alternativas completas y seguras para desplazarse por la ciudad sin tener que ocupar la acera, especialmente sin van acompañados de menores. Así, por ejemplo, hay todavía demasiadas vías principales sin carril-bici, mientras que en las zonas donde los hay suelen estar ocupados en exceso tanto camiones de carga y descarga como vehículos de particulares. 

En cualquier caso, y mientras continúe la permisividad hacia los ciclistas hasta que pueda salir una ordenanza, con el apoyo de los colectivos que utilizan este vehículo, lo mejor es transitar con calma, a una velocidad prudencial, sin llamar la atención y, por supuesto, preservando la seguridad de los peatones.