La asociación de vecinos La Medina se está planteando solicitar en breve al Ayuntamiento que se persone con un proceso contencioso-administrativo contra la empresa eléctrica Endesa por los daños ocasionados a comerciantes y vecinos de la Judería y que ponga en marcha una oficina de damnificados por los cortes de luz que se llevan produciendo desde el año 2015, y que han continuado con otros dos de gravedad, uno en mayo coincidiendo con la Feria y el otro el pasado sábado 20 de julio. Así lo ha manifestado la vocal de la comisión de Endesa de dicha asociación vecinal, Laura Roda.
Los procesos contenciosos-administrativos conllevan un plazo de resolución de 5 meses un año. La propia Roda, responsable del restaurante Doble Cepa, lleva pleiteando con la compañía desde que una de esas fluctuaciones de electricidad acabase con algunos aparatos del local, por ejemplo el aire acondicionado. Varios retrasos en los juicios, a su modo de ver interesados, han aplazado el juicio hasta el próximo mes de diciembre. La solicitud al Ayuntamiento como parte de la causa serviría para reunir a todos los damnificados, más de 200 comerciantes y 700 vecinos, muchos de ellos con graves perjuicios en diversas instalaciones.
Esta petición proyectada por La Medina se une a la oficial de una auditoría a la Junta de Andalucía para que compruebe los centros de transformación de la zona. Se presentó el pasado 5 de junio y los vecinos todavía no tienen respuesta por parte de la institución autonómica. Roda muestra a este periódico diversas reclamaciones, donde reconoce que algo está cambiando en Endesa. En las antiguas ni siquera reconocía que hubiese anomalías. En la última reclamación tras el corte del 20 de julio, y fechada por Endesa el 24 de julio la compañía indica que toman nota de la incidencia y la trasladan al departamento correspondiente.
Tras el apagón del 20 de julio, el alcalde, José María Bellido se reunió con los vecinos y reclamó una solución a Endesa mediante una carta del 26 de julio. Previamente al envío de la misiva se produjo una reunión entre los vecinos, el concejal de Infraestructuras, David Dorado, la concejala del Casco Histórico, Laura Ruiz, y los directores de infrestructuras de Endesa Distribuciones en Andalucía y Extremadura, José Luis Pérez y Fernando Diz-Lois. A partir de esa reunión Endesa se comprometió a mandar un reporte semanal al Ayuntamiento y vecinos.
El primero de estos reportes ha señalado, según Rodas, inseguridad en cuanto a las razones exactas del apagón del 20 de julio, pero parece estar relacionado con una avería de media tensión de la subestación que va de Santuario a Abades.
Situación desde el 20 de julio
Los vecinos, tras el grave corte del 20 de julio denuncian que se han ido produciendo intermitentes y muy pequeños cortes de luz (en comparación), pero que han sido constantes y, eso sí, variables según el negocio.
Miguel Alcalá, vecino de la Judería y cuya familia tiene un negocio de souvenirs, ha contado varios desde entonces, unos cuatro de unos cinco minutos de duración. En el cercano Hostal Azahar, como ha indicado una de sus responsables, Rocío Amaro, han tenido incluso cuatro por día, aunque muy breves, de apenas un minuto. Jesús y Manu, del tradicional bar Santos han tenido desde el 20 de julio otros seis cortes breves.
Pero al margen de los problemas que ocasionan los cortes en cuanto a pérdida de productos que necesitan refrigeración o la imposibilidad de atender a los clientes, que pueden además verse por ejemplo sin aire acondicionado, las fluctuaciones eléctricas desde hace cuatro años han implicado numerosas averías irresolubles en aparatos como campanas de extracción, frigoríficos y aires acondicionados de comercios, y apartatos propios de las casas..
Uno de los vecinos de la Judería, Javier García, ha sufrido ya dos veces averías irresolubles en sus frigoríficos, y hace un años su vitrocerámica se vio afectada. Ha reclamado por escrito pero no ha obtenido respuesta de Endesa.
Además de los comerciantes, la asociación La Medina reclama por este motivo la oficina de damnificados, para así recopilar la información que está recabando sobre todos este tipo de perjuicios y que la vocalía dedicada a Endesa está comprobando exhaustivamente.
Instalaciones anticuadas
La impresión general es que los transformadores de la zona, situados en Abades y Santa Catalina, están anticuados y que cada vez hay más negocios sin que haya renovación de las instalaciones, con lo que los problemas se han hecho endémicos en el barrio.
